Desde la entrada al circuito se palpaba que era una de esas jornadas históricas de la F1. Madrugón inédito (la clasificación empezó a las 7:30, hora local), temporal en el cielo, agua en el asfalto y una decisión poco habitual de la FIA en estas condiciones: se sale. Interlagos regaló una auténtica carnicería de clasificación en el GP de Brasil con momentos de gloria y pena para casi todos, con una pole de Norris que vale triple por la posibilidad de recortar muchos puntos a Verstappen (que saldrá 17º, es el día); con vueltas geniales de unos cuantos como Albon (2º antes de estrellarse), Ocon (4º); y también de Alonso, que lideró por momentos y fue segundo en la Q2, pero que terminó su participación contra los muros de la curva 11 cuando aspiraba a marcar los mejores parciales. La climatología volvió humano lo que parecía sobrenatural.
Pero no fue ni mucho menos el único: hubo hasta cinco banderas rojas en algo más de hora y media provocadas por los choques de Colapinto, Sainz, Stroll y el propio Fernando, además de Albon. Sus mecánicos trabajarán a fondo para que los coches estén listos para la carrera (12:30 hora local, 16:30 CET) con apenas unas horas de margen. Una auténtica escabechina.
En la Q1, sufrió mucho Lando (salvó el corte por una posición y sobre la bocina) y se quedó fuera Hamilton, protestando sobre el Mercedes mientras Russell volaba. El Williams de Colapinto interrumpió temporalmente la sesión. Ya ante el segundo corte fue Carlos quien perdió el coche al tocar el acelerador en la curva dos, con daños importantes en la rueda trasera derecha que obligarán al garaje de Ferrari a emplearse a fondo. Por entonces ya se rodaba con neumáticos intermedios, porque la lluvia no era constante y daba cierta tregua.
El punto de inflexión lo ocasionó Stroll: chocó en los últimos instantes de la Q2. Verstappen estaba fuera, aunque si le dejaban rodar era cuestión de tiempo que marcara vueltas para salvar la eliminación. Corrió el reloj tras el choque del Aston y después de medio minuto salió la bandera roja. La FIA decidió entonces que no reanudaría la sesión (podrían haberlo hecho de pararla inmediatamente tras el accidente), así que a Max le tocó esta vez la cruz de las decisiones cuestionables. En 2021 le salió cara. Quedó 12º y arrastra cinco puestos de sanción por cambiar el motor, así que desde la 17ª plaza de la parrilla tendrá que aspirar a una remontada repleta de riesgos en unas condiciones extremas.
La Q3 se paró a la mitad por el accidente de Alonso, que iba encaminado a otra de esas clasificaciones surrealistas hasta el golpe de realidad. Con las reparaciones y el incremento de la lluvia, las condiciones de la pista empeoraron drásticamente. Algunos mejoraron tímidamente sus parciales hasta que Albon destrozó su Williams en las ‘Eses de Senna’ a muy alta velocidad. Grave error, porque habría salido segundo y ahora su monoplaza se va al desguace. De nuevo bandera roja, con tres minutos y medio aún para relanzar. Y retrasando aún más la duración tutal de la clasificación camino de las dos horas, lo que deja con muy poco tiempo a los equipos para reparar los enormes daños. Y en esos tres minutos se rebajaron más los tiempos, aunque Norris defendió la pole por delante de Russell, Tsunoda, Ocon y Lawson. Leclerc partirá sexto. Piastri (8º) se coló en la curva uno y se quedó sin intento final. Terminó la mañana de los pilotos, empieza la de los mecánicos.