Actualizado
Han pasado 60 aos desde que empez esto. El ltimo da del ao, Madrid se calza las deportivas y entrega su corazn a las personas. Es la San Silvestre Vallecana, la carrera que destierra a los coches y convierte sus calles en las ms humanas del mundo. La ms popular de las carreras, por su cuna y esencia obreras.
En 1964 se celebr la primera edicin de esta prueba legendaria. La disputaron 57 atletas en un circuito de bolsillo, apenas 2,7 kilmetros. Pas el tiempo y en 1977 la ‘Sansil’ se abri a los corredores populares, curiosamente cuatro aos antes de que se permitiera participar a las mujeres, as eran los tiempos en los que viva la sociedad espaola. Sesenta aos despus, la mejor San Silvestre de la historia ha multiplicado aquella esculida nmina de atletas 700 veces, hasta 42.000 corredores. Seran muchos ms si las inscripciones no se cerrasen al alcanzar esta cifra.
Embutido en el ltimo cajn, el firmante de esta crnica comparte alegra con miles de colegas que esperan emocionados la salida. La quinta oleada, la ltima en salir, es la ms aconsejable si lo que se quiere es disfrutar. Diluido en la marabunta ms folklrica que pueda reunirse en el planeta running, solo hay que dejarse llevar.
En medio de la riada amarilla, el color de las camisetas doradas que resaltan este 60 aniversario, cientos de disfraces. A los clsicos toreros, enfermeras y superhroes los ltimos aos se han aadido preservativos. A su lado, salta un rollo de papel higinico tamao elefante africano. “Qu ordinarios son algunos! les afea Daniel, la camarera. Vestida para la ocasin con su traje de gala, en el que no faltan delantal, cofia y una bandeja de copas, que llevar a pulso hasta meta.
Un escuadrn de guerreros de las Galaxias tontea con una familia de pitufas. A lo lejos sobresalen los palos de dos fregonas gigantes. Esqueletos con peluca, faraones, una lata de refresco, Obelix de la mano de Bob Esponja, Trump y Melania, l mucho ms flaco, ella con las piernas sin depilar. Y as hasta el infinito.
Tocados con gorros de Papa Noel, Marina y Juan se lo pasan en grande. “Es nuestra primera vez y no imaginbamos lo que es esto”, cuentan emocionados. Coindice con ellos Alex Bogman, CSO y subdirector general de Nationale-Nederlanden, patrocinador principal de la carrera, que seala a El Mundo: “Apoyamos eventos deportivos por muchos pases, pero como esta carrera no hay otra igual en todo el mundo”.
Suena el caonazo y el flamante caparazn del estadio Santiago Bernabu devuelve el gritero de la marea amarilla convertido en trueno metlico. Marina y Juan han subido a toda mecha Concha Espina. Tremendo cuestn que si no lo conoces te saca de punto. “Nos ha matado” se lamentan y siguen Serrano abajo a lo que le dan las piernas.
Las luces navideas que decoran la Milla de Oro animan ms a los corredores que los escasos viandantes que detienen un momento su tarde de compras para verlos pasar.
Msica a tope. La Puerta de Alcal. A partir de aqu cambia la cosa. Nutridas filas de espectadores orlan Cibeles, Paseo del Prado y Atocha. “No os cebis, que esta bajada es muy traicionera”, advierte una veloz langosta. En Vallecas empieza lo bueno. Cuestas y ms cuestas. El barrio es una caldera donde los nimos de los vallecanos son la pocin mgica que da fuerzas para no parar el trote gorrinero. Y sin ms se alcanza la meta.
Cinco minutos antes de las 20:00 horas la cruzaron Marina y Juan. “No pensbamos que fuera tan dura. Poco ms y los profesionales llegan antes que nosotros”, aseguraban cansados, pero satisfechos.
A esa hora se dio la salida de la prueba internacional. Desde las primeras zancadas los galgos impusieron su marcha. Los dos favoritos, el etope Berih Aregawi y el ugands Jacob Kiplimo, pronto se pusieron en cabeza. Por su parte, la keniana Ruth Chepnegetich comandaba las fminas. Velocidad sideral y cambios de ritmo feroces hasta el esprint final. Aregawi gan por media zapatilla a su principal adversario. Por su parte, la leonesa Marta Garca hizo historia, al ganar la prueba femenina. Esto fue en la carrera internacional, en la popular ganaron todos.
