Nacido el 5 de septiembre de 2001 en Honduras en el Distrito Central (formado por Tegucigalpa y Comayagüela), Elvin José Canales veía los Juegos de París muy lejos el año pasado a estas alturas. Afincado en tierras gerundenses desde los tres años y con la nacionalidad española desde 2018, su participación como hondureño en el Centroamericano de 2020 suponía una dificultad añadida.
La Federación Española (RFEA) acabó apostando por el ochocentista y aceleró a contrarreloj el diálogo con Honduras por el tránsfer y con World Athletics para que fuese elegible para los Juegos de París. No llegó a tiempo al Europeo de Roma, pero sí por una semana a los Campeonatos de España en La Nucía, donde se proclamó subcampeón tras el hispanomarroquí Mohamed Attaoui y por delante del gallego Adri Ben.
Ahí la RFEA fue valiente y concedió a Canales su merecido billete olímpico junto a Attaoui y a Ben. Es decir, dejando fuera el excampeón mundial bajo techo y vigente campeón continental al aire libre Mariano García, quien aceptó la decisión con esa deportividad y esa naturalidad que lo hacen tan grande.
El gerundense de adopción (habla catalán a la perfección) se había proclamado campeón de España sub’23 bajo techo en 800 metros en 2023. En París pagó su inexperiencia a nivel absoluto y cayó en las series y en la repesca, aunque ofreció un buen nivel competitivo.
Canales maravilló en el reciente Míting Internacional de Catalunya con una excelente marca en 800 (1:45.83), mínima para el Europeo y para el Mundial en pista cubierta, aunque no acabó del todo satisfecho. “Quería el récord de España y las luces estaban para eso. A mí me ponen algo por delante y voy a muerte, ya sea un rival o esta luz como liebre. Cuando suena el pistoletazo me olvido de todo y voy a tope en cada vuelta. Si después pillo el ‘pajarón’, pues me aguanto. No me dejo nunca nada”, explicaba a SPORT en la pista Carme Valero.
Su estilo es peculiar. Baja la cabeza cada vez que aumenta la frecuencia y le encanta ir en cabeza en plan Ingebrigtsen. “No quiero ser un atleta de dos carreras buenas, haber ido a los Juegos y ya está. Yo quiero hacerme un nombre y por lo menos voy a morir en el intento. Attaoui es un gran amigo y un referente para mí. Tener rivales tan buenos me da alas y el año pasado en el Campeonato de España demostré que no tengo miedo a nadie. Cuando hacía 1:48 creía en mí y ahora, aún más. Tengo que clasificarme, pero quiero ir al Europeo y al Mundial en pista cubierta, y en septiembre el Mundial de Tokio”, añadía el de Distrito Central.
Pese a ganar con marca personal y récord catalán (1:45.83), Elvin José Canales se veía para mayores cotas con el récord nacional de Mariano García en mente (1:45.12). El discípulo del múltiples veces internacional español Carles Castillejo vio saciados sus deseos el domingo con su triunfo en el 800 del World Tour de Luxemburgo con unos colosales 1:44.65, sexta marca europea de la historia tras Wilson Kipketer (1:42.67 en 1997), Elliot Giles (1:43.63), Yuriy Borzakovskiy (1:44.15), Jamie Webb (1:44.54) y el Adam Kszczot (1:44.57).
El actual líder europeo del año partirá con todas las opciones en el Europeo de Apeldoorn. De cara al aire libre, ya tiene la sexta marca española de siempre (1:44.49) en un ranking que lidera Mohamed Attaoui con 1:42.04, una de las mejores marcas de la historia del atletismo español en todas las pruebas. Canales seguirá a lo suyo, trabajando a destajo, bajando la cabeza y muriendo por la gloria.