La relación entre México, Canadá y Estados Unidos siempre ha sido cuanto menos… compleja. Pero con las amenazas de Trump de imponer aranceles a los productos de ambos países, las tensiones han alcanzado su punto álgido.
El presidente de Estados Unidos ha dejado claro que, si México y Canadá no frenan el flujo de inmigrantes y el preocupante tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, los aranceles se aplicarán a sus exportaciones. Ni más ni menos.
Sin embargo, lo que ha sorprendido a muchos es la postura de Canadá, que parece haberse alineado más a favor de Trump.
La defensa de Canadá: un giro inesperado
El 19 de enero, Justin Trudeau, el primer ministro canadiense, se sentó con Trump para discutir la preocupación sobre las fronteras de América del Norte.
Mientras Trump presiona para que ambos países detengan el flujo de inmigrantes y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, Canadá ha tratado de defender su postura.
Según la embajadora, Canadá explicó que su frontera no enfrenta los mismos problemas que la de México, particularmente en cuanto al tráfico de fentanilo y la migración ilegal.
Mientras Trump ha dejado claro que su gobierno está dispuesto a imponer un arancel del 25% a los productos que vengan de Canadá y México, las autoridades canadienses aseguraron que 99.8% de las drogas son interceptadas antes de cruzar su frontera, y que menos del 1% de los migrantes que intentan llegar a EE.UU. pasan por Canadá.
El desamparo de México frente a la amenaza de Trump
Para México, esta postura de Canadá ha sido vista como una traición. Mientras Trudeau se defendía de las amenazas de Trump, dejando claro que su frontera con Estados Unidos no enfrenta los mismos desafíos que la mexicana, México se quedó solo ante un presidente tan polémico como criticado.
Las cifras que mencionó Canadá en su defensa son ciertas, pero no pueden ocultar la realidad de que México tiene una difícil situación en el país.
La frontera sur con México es una de las rutas más transitadas por migrantes provenientes de Centroamérica y otros países, y aunque el gobierno mexicano ha hecho lo posible por el control, queda mucho por hacer aún.
Un (muy) tenso juego de intereses
Lo más preocupante es que, en esta partida de ajedrez geopolítica, México está jugando con demasiadas pocas piezas. Mientras que Canadá se enfoca en proteger su frontera y, México está viendo cómo las tensiones con Estados Unidos aumentan sin saber por donde tirar.
La realidad es que las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos son interdependientes. La economía mexicana depende en gran medida de las exportaciones a EE.UU., y un arancel podría afectar al país entero (mexicanos de toda clase)
México también tiene mucho que perder en este escenario. No solo se enfrenta a la amenaza de aranceles, sino también a la presión constante sobre sus políticas migratorias y la lucha contra el narcotráfico.
Mientras Canadá se defiende de las acusaciones de Trump, México debe enfrentar una realidad nada bonita: su situación en la frontera sur y la inseguridad relacionada con las drogas que siguen presente en el país.
Mientras Canadá se defiende de los aranceles y acusa a Trump de injusticia en las comparaciones con México, la realidad es que México se encuentra atrapado entre las presiones de Washington y la falta de apoyo de su vecino del norte. En este juego de fronteras y aranceles, hace falta mas cooperación, más humanidad y más sentido común.
