Bruselas. Corresponsal
En el rumbo comunitario para aplicar el Pacto europeo de Migración y Asilo, Bruselas ha dictaminado este martes que España es uno de los países con más presión migratoria de la Unión Europea, por lo que podrá apelar a la solidaridad de la UE para gestionar el flujo de llegadas. Bajo esta categoría se encuentran también Italia, Grecia y Chipre, y todos estos Estados miembros son los que a partir de julio del 2026 deberían poder recalamr que se reubiquen parte de los migrantes que han llegado de forma irregular o apoyo financiero a otros Estados miembros.
El nuevo Pacto europeo de Migración y Asilo, aprobado por el Parlamento Europeo en el 2024, establece que Europa deberá repartir las responsabilidades en materia de asilo en todo el bloque, para que no sean solo los Estados en primera línea quienes deban hacerse responsables. El sistema funcionará mediante reubicaciones, contribuciones financieras o un apoyo operativo a Estos estados miembros.
España e Italia, bajo presión migratoria “debido al número desproporcionado de llegadas”
Este martes, Bruselas ha publicado su primera evaluación sobre qué países de la UE afrontan esta mayor presión migratoria y que, por lo tanto, tienen derecho a solicitar la ayuda de los otros. “Es el punto de partida, en realidad, para adoptar un enfoque europeo de la migración que garantice que ningún país de la Unión Europea tenga que hacer frente por sí solo a la fuerte presión”, ha asegurado el comisario europeo de Interior y Migración, Magnus Brunner.
El texto establece, en concreto, que España e Italia se encuentran bajo presión migratoria “debido al número desproporcionado de llegadas tras las operaciones de búsqueda y salvamento en el mar durante el mismo período”. También ofrece una base legal para que estos países puedan activar el mecanismo de reubicación cuando se ponga en marcha.
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Anna Buj

Sin embargo, el documento publicado hoy no desvela los cupos de reubicación de migrantes el que podrían acceder estos países cuando comience a aplicarse el pacto migratorio, a partir de junio del año que viene. Los gobiernos de los Veintisiete todavía tienen pendiente presentar sus propios compromisos, es decir, cómo quieren contribuir al reparto establecido por el pacto, si acogiendo migrantes reubicados o dando apoyo financiero.
Esta propuesta tendría que haber sido ya presentada pero Brunner ha preferido aplazarlo por las protestas de varios países que no quieren ser solidarios con los que tienen una mayor carga migratoria. Esta misma semana se ha hecho pública una carta de Bélgica y Países Bajos que han pedido condicionar la ayuda a los países con más presión migratoria al cumplimiento de una serie de obligaciones, en particular a la readmisión de los migrantes.



