Con la decisión, el tribunal apelativo federal amplía la cantidad de dinero que pueden recobrar los bonistas de la AEE, pero limita a que sea dinero disponible después de que se cubran los gastos de la red eléctrica.
Sede del Primer Circuito de Apelaciones en Boston.
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El Primer Circuito de Apelaciones de Boston revocó al tribunal que atiende la quiebra de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y dictó que los bonistas de esa corporación pública tienen un derecho a que se le repague su deuda completamente, que uno de los remedios que tienen para lograrlo es pedir la designación de un “síndico” para operarla, pero que su repago solo puede salir del dinero que sobre después de que se hayan pagado todos los gastos de operación.
Anteriormente, la jueza Laura Taylor Swain, que preside sobre la quiebra de la AEE, había determinado que los bonistas solo podían recobrar de unas cuentas específicas, pero el Primer Circuito confirmó que no es de unas cuentas específicas, sino de todos los ingresos netos que la corporación ha recibido y podrá recibir en el futuro. Ingresos netos se definen como dinero disponible después de gastos operacionales.
Swain había determinado también, como no tenían un derecho sobre todos los ingresos netos futuros, la expectativa de recobro de los bonistas se limitaba a unos $2,400 millones. Pero los jueces establecieron que tienen un derecho al repago de lo que vale su deuda, unos $8,500 millones.
“Los bonistas prestaron dinero a la AEE, y tienen una garantía sobre los ingresos netos que la AEE obtiene (o va a obtener) al proveer electricidad”, resumió el Primer Circuito.
La decisión del tribunal revisor era una pieza por la que se esperaba para ver cómo procedería la reestructuración de la quiebra de la AEE y sus efectos sobre ese proceso son inciertos en este momento.
“Importante, esto no es para decir que a los bonistas se les tiene que pagar $8,500 millones. En vez, es para decir que su reclamación permitida sobre la AEE está en el orden de los $8,500 millones”, resaltó el panel de jueces apelativos al referirse a la definición de ingresos netos que tiene el acuerdo de 1974 que gobierna la emisión de deuda de la corporación pública. “Ingresos netos son cualquier ingreso que quede después de restar los gastos operacionales razonables y necesarios”, apuntaron.
El dictamen se conoció el miércoles en la tarde, justo en medio de un apagón a más de 186,000 clientes de la AEE y tras una racha de semanas en los que han ocurrido apagones casi a diario.
La Junta de Supervisión Fiscal (JSF), representante oficial de la AEE en la quiebra, indicó que están analizando la decisión y su impacto en el proceso de reestructuración, pero que “[l]a AEE no genera ingresos netos a menos y hasta que se aumenten las tarifas eléctricas”. Como el Primer Circuito no entró en el ejercicio de adjudicar cantidades, “el valor del colateral de los bonistas dependerán de una ponderación exhaustiva y determinaciones adicionales por parte de (la jueza Swain)”, aseguraron.
“El Gobierno está comprometido a trabajar constructivamente para resolver las obligaciones de la AEE sin imponer cargas adicionales a los clientes de la AEE con tarifas inasequibles. Asimismo, el Gobierno reconoce y respeta el rol del Negociado de Energía en el proceso de revisión de tarifas. La Administración seguirá insistiendo en su posición de que la reestructuración de la deuda de la AEE y la transformación del sistema energético fomenten la estabilidad fiscal y el crecimiento económico de Puerto Rico, en beneficio para los abonados de la AEE”, dijo, por su parte, el gobierno a través de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal.
Para llegar a su conclusión, el panel de jueces partió del preámbulo del acuerdo de 1974, que indica que la AEE responderá por los bonos con sus “ingresos”. Ese lenguaje, “es una promesa, no meramente una aspiración”, dijo el tribunal apoyado también por el derecho puertorriqueño sobre este tema. Pero, a la vez, encontró que en ninguna parte del acuerdo se dice que la AEE responde con “todos” sus ingresos, y por eso lo limitó a los “ingresos netos”.
El esquema de ingresos de la AEE tiene varias capas y ha sido descrito como una “cascada” en la que el dinero va pasando por distintas cuentas, quedando menos y menos dinero mientras se sigue moviendo por el sistema contable de la corporación pública. Previamente, Swain había limitado la capacidad de recobro de los bonistas a dos cuentas menores. Al ampliar la capacidad a todo lo que sea “ingresos netos”, el tribunal apelativo hizo una explicación del flujo de dinero al que se refiere. “Los ingresos fluyen primero al Fondo General. La AEE paga sus gastos razonables de operación de ese Fondo General. Los dólares remanentes, los Ingresos Netos, entonces fluyen al Fondo de Ingresos, menos una reserva para cubrir gastos operacionales futuros. De ahí, los Ingresos Netos fluyen primero al Fondo de Amortización, y entonces a una serie de Fondos Subordinados”, explicaron al añadir que, si no hay suficiente dinero para la deuda en el Fondo de Amortización, la AEE tendría que ir a los otros Fondos Subordinados, excepto el de construcción, para cubrir la deuda.
En cuanto a cómo sus determinaciones van a integrarse en la evaluación del plan de ajuste de la deuda de la AEE, el Primer Circuito lo dejó en manos de Swain. “Al trabajar las controversias difíciles, noveles e importantes que presentan este caso de quiebra, y los otros, hemos encontrado extremadamente utiles las opiniones ponderadas y las perspectivas (de la jueza Swain). Esto ha sido así aún en el puñado de casos (como este) donde, con el beneficio del tiempo y de más argumentaciones, hemos llegado a un resultado distinto”, plantearon en su voto de confianza a la jueza.
Pero sí aclararon que su decisión significa que “ningún acreedor hipotético puede ir por encima de los bonistas con relación a esos Ingresos Netos que todavía no se han recibido” y que los bonistas todavía tienen a su haber la posibilidad de pedir la designación de un síndico para conseguir el repago de su deuda si la AEE viola el acuerdo.
Los jueces reconocieron a los bonistas la potestad de hacer un análisis contable para detectar cantidades de dinero que la AEE debió tener como ingresos netos, pero que fueron pueden haber sido desviados.
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Vea:
Jueza determina que $2,388 millones es lo más que podrían cobrar bonistas de AEE
