Una de las estrategias alternativas a los métodos convencionales más comunes para perder peso es el uso de suplementos dietéticos, entre los que destacan los bloqueadores de hidratos de carbono, con la faseolamina como ingrediente frecuente. Es un factor bioactivo no nutritivo extraído de la leguminosa Phaseolus vulgaris (judía blanca) al que algunos estudios atribuyen la capacidad de actuar como inhibidor de la enzima digestiva alfa-amilasa, encargada de descomponer los hidratos de carbono de cadena larga para que puedan ser absorbidos en el intestino. Al interferir en la digestión de los hidratos de carbono complejos, reduciendo su absorción a nivel intestinal, podría conducir a una reducción de la energía aportada a través de estos nutrientes, lo que le otorgaría un posible efecto ventajoso para la pérdida de peso.
Pero, ¿son realmente efectivos o inocuos estos suplementos? La postura del Grupo de Revisión, Estudio y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas (GREP-AEDN) sobre la efectividad y seguridad de la faseolamina para perder peso es que «no parece prudente aconsejar a la población que ingiera suplementos con faseolamina, ya que faltan datos sobre su dosificación óptima, así como su efectividad y/o seguridad».
«Los estudios al respecto son escasos y, a menudo, de metodología limitada»
Oliver Sambad-Baliña
— Dietista-nutricionista
«Los bloqueadores de hidratos de carbono son suplementos que se comercializan con el objetivo de prevenir el aumento de peso después de comidas copiosas y mitigar las subidas de azúcar tras estos eventos», afirma Oliver Sambad-Baliña Durán, dietista-nutricionista especializado en nutrición clínica. «El ingrediente principal de estos productos es el extracto de alubia blanca y los estudios sobre este ingrediente son escasos y, a menudo, de metodología limitada y sus resultados indican que no hay diferencias significativas en la pérdida de peso entre los grupos que consumen el suplemento y los que reciben un placebo. Se ha observado que el extracto de alubia blanca tiene un efecto muy leve en la reducción de la glucosa en sangre, pero este efecto es insignificante comparado con los beneficios de la actividad física. Por ejemplo, caminar después de una comida copiosa reduce los niveles de azúcar en sangre de forma más efectiva que el consumo de este suplemento», destaca.
Atajos
En conclusión, apunta que «estos suplementos son ineficaces para perder peso y poco efectivos para prevenir la ganancia de peso»: «Para controlar los niveles de glucosa en sangre, la actividad física después de una comida copiosa es una alternativa mucho más eficaz. Esto es algo que no es posible, por ejemplo, durante las cenas navideñas, así que cabe aclarar que una subida puntual de glucosa en personas sin patologías no tiene un impacto relevante en su salud, esto solo sería relevante en personas con un mal control de la glucemia», advierte el experto, que hace divulgación en su perfil de Instagram @oliver.science: «La búsqueda de los atajos alimentarios persiste, pero la digestión y el metabolismo son procesos complejos que no se resuelven fácilmente con este tipo de medidas».
Por otra parte, aunque «se han reportado casos de personas que experimentan síntomas digestivos como diarrea o dolores de cabeza tras el consumo de estos suplementos», enumera: «Estos efectos secundarios no parecen ser comunes y, en caso de presentarse, se debe interrumpir su uso».
«Desde mi punto de vista, no son eficaces ni aconsejables», afirma María Guzmán, farmacéutica y dietista-nutricionista. «La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) también reconoce que no hay evidencia científica de que sean efectivos y reconocen que no se conoce su seguridad y efectividad a largo plazo en humanos», destaca. «Yo no lo aconsejo en ningún caso porque cuando consumes, por ejemplo, ultraprocesados, que son alimentos muy ricos en grasas, en grasas saturadas y trans o en azúcares simples, y lo que quieres es bloquear un carbohidrato, si ya tomas el azúcar simple no sirve de nada, porque ya lo estás absorbiendo directamente, por lo que estos productos en estos casos no servirían de nada».
Diabéticos
En cuanto a las contraindicaciones, María Guzmán apunta: «Ahora veo en consulta a mucha gente con gases, hinchazón, flatulencias… En toda esta gente estaría contraindicado su uso». Tampoco lo recomienda en el caso de personas con diabetes: «Si un diabético se pincha insulina y toma una comida rica en carbohidratos, pero no los absorbe, puede darle una hipoglucemia».
«Pueden llegar a crear una mala relación con la comida»
María Guzmán
— Farmacéutica y dietista-nutricionista
Por otra parte, Guzmán opina que el uso de este tipo de productos puede crear «una mala relación con la comida». «Muchas veces las personas que toman estos bloqueadores ven los alimentos con hidratos como alimentos prohibidos. Existe cierta carbofobia, que lleva a pensar que los carbohidratos son malos, pero son una fuente de energía sobre todo para los deportistas; de hecho, estos bloqueadores también estarían desaconsejados para ellos».
«No suplen un estilo de vida saludable en cuanto a actividad física y alimentación»
Uxía R. Lavandeira
— Dietista-nutricionista
«Lo que se sabe a día de hoy es que en el laboratorio sí podría tener su función, pero, en cuanto a su uso en humanos, todavía no está del todo demostrada su eficacia y seguridad», afirma la dietista-nutricionista Uxía Rodríguez Lavandeira, que sostiene que «aunque se sugiere que puede disminuir la absorción de los carbohidratos, no sería suficiente para contrarrestar las comidas de estos días o para suplir un estilo de vida saludable en cuanto a alimentación y actividad física se refiere».
Uso puntual
Además de advertir también que su uso «no sería adecuado por parte de diabéticos», ya que «puede dificultar el manejo de la enfermedad», también destaca que su consumo está desaconsejado en personas con trastornos digestivos. También afirma que no deben tomarse de manera continuada, en todo caso, «como algo puntual».
«Si una persona se siente más segura y disfruta más de los eventos familiares consumiendo estos suplementos, no hay problema en que lo haga, ya que lo más importante es su bienestar personal y disfrutar de las festividades», constata Sambad-Baliña Durán.
¿Y las dietas depurativas?
Las dietas depurativas también son una estrategia muy recurrida en estos días con la intención de «eliminar» los excesos navideños. «Tampoco las aconsejo, todo lo contrario», dice María Guzmán. «Hay dietas de todo tipo: de la manzana, de la piña… Pero estas dietas detox son muy restrictivas y el cuerpo puede llegar a detectarlas como una agresión, ya que no estás dándole la energía que necesita, por lo que, en lugar de perder peso, muchas veces provoca lo contrario, mantiene lo que tiene para no gastar nada de energía porque considera que estás en necesidad de no gastar y, en el caso de perder, lo que se pierde es agua y masa muscular, algo que no interesa perder», advierte: «Lo que hay que hacer es seguir comiendo nutritivo, sano (frutas, legumbres…) y no compensar».
«Las dietas detox no tienen ninguna evidencia científica», coincide Uxía Rodríguez Lavandeira. «Lo ideal es mantener una alimentación saludable y actividad física todo el año y, aunque estamos en una época en la que se juntan tantas comidas, es una época puntual del año y no va a afectar en absoluto si de base nuestra alimentación es saludable», insiste. «Todo tipo de dieta extrema puede llevar a la pérdida de músculo o de nutrientes o minerales, provocando una desnutrición», advierte.
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