Después de presentar acusaciones por diversas conductas inapropiadas durante el rodaje de It Ends With Us, la actriz estadounidense Blake Lively demandó a su director y coestrella, Justin Baldoni, por acoso sexual, así como por orquestar una campaña para difamar su imagen.
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Blake Lively presentó una demanda en vísperas del año 2025 ante el tribunal federal de Nueva York, en la cual se acusa a Baldoni y a su equipo de relaciones públicas de haber orquestado un plan para “silenciarla” y “destruir” su credibilidad después de que la actriz expusiera las conductas sexuales inapropiadas ocurrida en el set de la película. La denuncia nombra a Baldoni, a su estudio cinematográfico Wayfarer, al productor de la película, James Heath, y a las representantes de relaciones públicas Melissa Nathan y Jennifer Abel, a quienes se les señala de colaborar en la campaña para menospreciar a la actriz.
En un comunicado, los abogados de Lively mencionaron que ella fue sometida a “más represalias y ataques” después de que el New York Times publicara las acusaciones en contra Baldoni, Heath, Nathan y Abel ante el Departamento de Derechos Civiles de California. “Wayfarer y sus asociados han violado la ley federal y la ley del estado de California al tomar represalias contra ella por denunciar acoso sexual y preocupaciones sobre la seguridad en el lugar de trabajo”, añadieron. “Ahora, los demandados deberán responder por su conducta en el tribunal federal”.
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El documento de 93 páginas ofrece descripciones detalladas de algunos de los actos de acoso que supuestamente la actriz tuvo que enfrentar en el set de It Ends With Us, especificando que Baldoni improvisaba escenas de “intimidad física que no habían sido ensayadas, coreografiadas ni discutidas con la Sra. Lively, sin la participación de un coordinador de intimidad”.
Lively afirmó que Baldoni intentó agregar una escena gráfica de intimidad sin consentimiento, en donde los personajes debían tener un orgasmo ante la cámara durante su noche de bodas. La actriz también afirma que Baldoni le preguntó de manera “intrusiva” sobre su relación sexual con su esposo, Ryan Reynolds. Asimismo, la demanda estipula que Baldoni y el productor James Heath la presionaron e insistieron a que apareciera en completo desnudo en la escena del parto, “a pesar de que no se mencionó desnudez para esta escena ni en el guión, ni en su contrato, ni en discusiones creativas previas”. De acuerdo con Lively, Baldoni basó su argumento en que “no es normal” que las mujeres mantengan puestas sus batas de hospital mientras dan a luz. “La Sra. Lively estuvo en desacuerdo, pero se sintió obligada a llegar a un compromiso en el que estaría desnuda de la cintura para abajo”, cita la demanda.
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Además, el documento menciona otras acusaciones de acoso contra las mujeres del set, a las cuales Baldoni solía referirse en ocasiones como “sexys”. “El Sr. Baldoni y el Sr. Heath abrazaban y tocaban constantemente a otros miembros del elenco y cast”, expone. “Cuando la Sra. Lively u otras personas evitaban este contacto, el Sr. Baldoni y el Sr. Heath respondían con irritación, frialdad y falta de colaboración. El resultado fue un ambiente poco acogedor y volátil para la Sra. Lively, sus empleados y otros en el set”. La demanda también hace referencia al caso de otro miembro del elenco que presentó una queja por acoso sexual en mayo de 2023 debido a los “comentarios groseros” y “no deseados” por parte de Baldoni hacia ella y otras personas.
De acuerdo con la denuncia, Lively realizó múltiples intentos para expresar sus preocupaciones sobre las conductas inapropiadas de Baldoni y Heath; sin embargo, sus reportes no siempre eran investigados. En noviembre de 2023, una vez retomada la filmación de la película tras las huelgas de actores y guionistas en Hollywood, Lively acudió a Wayfarer Studios con una carta, buscando salvaguardar la integridad de todos los participantes en la cinta. Como resultado, Lively, Baldoni, Heath y otros productores tuvieron una reunión presencial que culminó en la generación de una lista de medidas para proteger a los miembros del elenco y del equipo, incluida la presencia de un coordinador de intimidad en todo momento. Según la demanda, esta junta fue esencial para que Lively regresará al set el cinco de enero del 2024.
La lista de 30 demandas incluía: “No se mostrarán videos o imágenes desnudas de mujeres, incluida la esposa del productor, a BL y/o a sus empleados; No más menciones de la ‘adicción a la pornografía’ del Sr. Baldoni o del Sr. Heath, ni de la falta de consumo de pornografía por parte de BL, a BL o a otros miembros del equipo; No más improvisaciones de besos; No más agregar escenas de sexo, sexo oral, ni climax frente a la cámara por parte de BL fuera del alcance del guión aprobado por BL al firmar el proyecto”.
Una vez terminado el rodaje el nueve de febrero de 2024, Lively promocionó la cinta de acuerdo al plan de marketing predeterminado por Sony, el distribuidor de la película. Este consistía en enfocarse más en la fortaleza y resiliencia de su personaje en lugar del contexto de violencia doméstica que rodea a la película. Sin embargo, la actriz alegó que Baldoni decidió cambiar de manera unilateral la dirección de la campaña, ya que aparentemente comenzó a temer que se filtraran los informes del presunto acoso sexual durante el rodaje. Y recalcó que el director comenzó a promocionar contenido de sobrevivientes de violencia para proteger su imagen pública.
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Como consecuencia, Blake comenzó a recibir comentarios negativos en distintas plataformas, en donde se le acusó de ser “insensible” ante la problemática que expone It Ends With Us. “Las cuentas en redes sociales de las marcas de la Sra. Lively, incluyendo Betty Buzz y Betty Booze, fueron inundadas por comentarios llenos de odio, los cuales empezaron a resonar en otros medios sociales y tradicionales”, recalca la demanda.
Lively declaró que Baldoni, Heath, Nathan, Abel colaboraron para “crear y difundir” contenido dañino para ella, luego de “haciendo que el contenido se vuelva vial con el fin de influir en la opinión pública, y de este modo, provocar un ataque orgánico hacia su persona”.
En la demanda, la actriz incluyó capturas de pantalla de algunas conversaciones entre Baldoni y su equipo durante la época en la que se estrenó la película. En un intercambio, Abel le menciona a Nathan que Baldoni “quiere sentir que [Lively] puede ser enterrada”. Supuestamente, Nathan respondió: “no podemos escribir que la destruiremos. Imagina si termina en manos equivocadas un documento que diga todo lo que él quiere”. En otro mensaje, Nathan escribió: “sabes que podemos enterrar a cualquiera”.
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Bryan Freedman, quien representa a Baldoni y a su equipo de relaciones públicas, negó previamente todas las acusaciones de Lively en su denuncia inicial presentada el 20 de diciembre.
Por su parte, Baldoni rompió el silencio luego de presentar una demanda contra el New York Times por conspirar con el equipo de relaciones públicas de Lively para posicionar una “narrativa no verificada e interesada”, que ignoran las pruebas que contradicen sus alegaciones. Se trata de una feroz denuncia por 250 millones de dólares expuesta en el Tribunal Superior de Los Ángeles, en la que Baldoni es uno de los 10 demandantes que también incluyen a Nathan y Abel, quienes sostienen las demandas por difamación e invasión de la privacidad como consecuencia de su artículo titulado “We Can Bury Anyone’: Inside a Hollywood Smear Machine”. Entre las partes también se encuentran James Heath y Steve Sarowitz, productores de It Ends With Us. Ellos afirman que The Times se basó en “comunicaciones sesgadas” y alteradas, despojadas del contexto necesario y deliberadamente editadas para engañar.
Además, Baldoni acusó a Ryan Reynolds de “reprenderlo” después de que preguntara sobre el peso de Lively antes de filmar una escena en la que él tendría que cargarla, alegando que padece problemas de espalda, por lo que la pregunta surgió “para asegurarse de que pudiera realizar el levantamiento de manera segura, sin riesgo de lesiones”. “El esposo de Lively, Ryan Reynolds, lo reprendió agresivamente durante una reunión en su penthouse en Nueva York, acusándolo de “humillar por su peso” a Lively”, dice la demanda. “Baldoni, en un esfuerzo por evitar más confrontaciones con Lively y Reynolds y reconstruir la relación con su coprotagonista, continuó cediendo a su voluntad”.
La demanda agrega: “La confrontación fue tan agresiva que Baldoni se sintió obligado a ofrecer disculpas repetidas”.
Blake Lively subrayó que las repercusiones generales de la confrontación con Baldoni “han sido extremas”. “Hay días en los que [Lively] no ha podido levantarse de la cama, y con frecuencia elige no salir en público”, afirma su denuncia. “También ha estado experimentando síntomas físicos repetidos y dolorosos como resultado de esta experiencia”. Por su parte, según el documento, Ryan Reynolds también “ha sido afectado mental, física y profesionalmente por el dolor de su esposa e hijos”.
