Esta madrugada en España se celebra el primer debate entre los candidatos al sillón presidencial estadounidense, Joe Biden y Donald Trump. El republicano lleva ventaja en las encuestas y en la recaudación de donaciones para la campaña. Se espera un debate duro, donde, además de los temas políticos, salgan ataques mutuos: la edad de Biden y los problemas legales de su hijo o los juicios pendientes de Trump.
Será el primer enfrentamiento cara a cara entre los dos candidatos en 2024 -no se han vuelto a encontrar en un debate desde 2020- y ambos intentarán atraer al voto moderado, el más indeciso. Trump probablemente presumirá de los logros conseguidos durante su mandato, además de con sus temas estrella: la inmigración ilegal y la subida de precios, la inflación. Biden, por su parte, pondrá sobre la mesa los riesgos para la democracia que siempre se asocial a su contrincante, además de temas polémicos como el aborto.
Todas las miradas estarán puestas en el comportamiento del presidente, al que sus críticos tildan de incapaz y desorientado; y en el del expresidente, pues su carácter irascible y visceral puede jugarle una mala pasada.
El debate durará 90 minutos; tendrá dos pausas publicitarias en las que los candidatos no podrán interactuar con sus equipos de campaña. No habrá, como en otras ocasiones, declaraciones iniciales y los aspirantes dispondrán de dos minutos para responder a los moderadores, uno para réplica y otro para contrarréplica. Los micrófonos permanecerán silenciados cuando no sea el turno de palabra del candidato. Ambos permanecerán todo el tiempo de pie en los atriles, en los que tendrán agua, una libreta y un lápiz, pero no podrán aportar notas previas.
Se trata de un debate inédito en varios aspectos. Será el primero de la historia que protagonicen dos candidatos de tan avanzada edad (81 años Biden; 79 años Trump); nunca se había celebrado un debate tan pronto en una carrera presidencial y menos con dos candidatos que aún no han sido ratificados oficialmente por sus respectivas convenciones (la convención republicana será en julio y la demócrata en agosto);
