(Bloomberg) — El presidente electo, Donald Trump, se reunió el miércoles con el presidente Joe Biden cuando el republicano visitó por primera vez la Casa Blanca desde su caótica salida del poder hace cuatro años.
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Los líderes trataron de mostrarse cordiales ante la opinión pública mientras emprendían un ritual de transición pacífica del poder en EE.UU., algo que Trump no ofreció a Biden en 2020. Los preparativos de la reunión estuvieron cargados del dramatismo propio de reunir a dos hombres que se han visto obligados a ceder la Casa Blanca a sus rivales y tras una tumultuosa campaña presidencial que puso de manifiesto las divisiones existentes en el país.
Biden dio la bienvenida a Trump, le ofreció sus felicitaciones y dijo que esperaba tener “una transición suave”, mientras se sentaban en la Oficina Oval. El presidente estrechó la mano de su predecesor —y sucesor— y sonrió a la prensa, sentados ambos frente a una chimenea encendida.
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“La política es dura y en muchos casos no es un mundo muy agradable, pero hoy es un mundo agradable y aprecio mucho una transición tan suave”, respondió Trump. “Será lo más suave posible, y lo aprecio mucho, Joe”.
El breve encuentro con Biden se produjo después de que Trump asistiera a una reunión de legisladores del Partido Republicano en la Cámara de Representantes el miércoles por la mañana, una oportunidad para reunirse con su partido para impulsar su agenda populista, en un momento en que los republicanos están a punto de controlar potencialmente la Casa Blanca y ambas ramas del Congreso. Trump ofreció un respaldo total al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, para que se mantenga en el cargo, diciendo a los legisladores de su partido que estaba con el republicano de Luisiana hasta el final, según personas familiarizadas con el asunto.
Para la transición, Trump está decidido a hacerlo a su manera. Es el primer presidente entrante en décadas que no busca apoyo gubernamental para su transición, una decisión que podría retrasar las autorizaciones de seguridad, las revisiones éticas y otras actividades de traspaso.
No es que Biden no se haya ofrecido. En un discurso en la Rosaleda dijo la semana pasada que pediría a su gobierno que trabajara con el equipo de Trump para garantizar una transición ordenada. “Eso es lo que se merece el pueblo estadounidense”, afirmó.