La Administración Biden ha dado un paso significativo en su esfuerzo por reducir los costes de los medicamentos recetados al proponer una nueva regla que ampliará sustancialmente la cobertura de medicamentos antiobesidad (AOM, por sus siglas en inglés) para los beneficiarios de Medicare y Medicaid. Esta iniciativa representa una respuesta integral a un problema de salud pública creciente: la obesidad.
Desafío de salud pública
En Estados Unidos, un alarmante 42% de la población enfrenta la obesidad, una condición reconocida como enfermedad crónica. Este problema conlleva graves riesgos para la salud, como un aumento en la mortalidad general y la aparición de comorbilidades relacionadas, entre ellas la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y ciertos tipos de cáncer. La obesidad no solo afecta la calidad de vida de los pacientes, sino que también representa una carga económica significativa para el sistema de salud.
Un 42% de los estadounidenses padecen obesidad
En los últimos años, los avances científicos han permitido desarrollar medicamentos innovadores que no solo ayudan a los pacientes a perder peso, sino que también reducen el riesgo de enfermedades relacionadas. Por ejemplo, estudios recientes han demostrado que estos medicamentos pueden disminuir en un 20% las muertes y complicaciones asociadas con ataques cardíacos y otros eventos cardiovasculares. Sin embargo, el precio elevado de estos tratamientos, que puede alcanzar los $1,000 mensuales sin cobertura, los hace inaccesibles para millones de estadounidenses.
Ampliación de cobertura
La nueva propuesta de la Administración busca abordar esta barrera económica al ampliar la cobertura de medicamentos antiobesidad para beneficiarios de Medicare y Medicaid. Actualmente, estos programas cubren los AOM solo en condiciones específicas, como la diabetes. La expansión propuesta permitiría que aproximadamente 3.4 millones de beneficiarios de Medicare y 4 millones de adultos inscritos en Medicaid accedan a estos tratamientos. Para algunos beneficiarios de Medicare, la ampliación de la cobertura reduciría los costos de bolsillo en un 95%, abriendo la puerta a tratamientos antes inaccesibles.
La expansión propuesta permitiría que aproximadamente 3.4 millones de beneficiarios de Medicare y 4 millones de adultos inscritos en Medicaid accedan a estos tratamientos
Esta medida no solo facilita el acceso a medicamentos esenciales, sino que también fomenta una atención más integral, permitiendo que los pacientes y sus médicos determinen el mejor camino hacia una vida más saludable sin preocuparse por los costes. Además, al tratar la obesidad de manera proactiva, esta propuesta podría reducir los costos generales del sistema de salud al prevenir enfermedades crónicas relacionadas.
Enfoque integral
Desde su llegada a la Casa Blanca, el presidente Joe Biden ha priorizado la accesibilidad y asequibilidad de los servicios de salud, fortaleciendo programas fundamentales como Medicare, Medicaid y la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA). Mediante iniciativas como la Ley del Plan de Rescate Estadounidense y la Ley de Reducción de la Inflación, el gobierno ha reducido significativamente el precio de los medicamentos recetados y las primas de seguros.
Los precios internacionales de los medicamentos antiobesidad son significativamente más bajos que los precios en Estados Unidos
Un aspecto destacado de estos esfuerzos es la capacidad de Medicare para negociar los precios de los medicamentos, lo que permite reducir los precios de algunos de los tratamientos más caros. Esta herramienta es crucial, considerando que los estadounidenses pagan entre dos y tres veces más por los medicamentos que los ciudadanos de otros países. Según un análisis del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), los precios internacionales de los medicamentos antiobesidad son significativamente más bajos que los precios en Estados Unidos, lo que resalta la necesidad de reformas en este ámbito.
La ampliación de la cobertura de AOM se implementará junto con un programa integral de reducción de costos de medicamentos, que incluye la negociación de precios y el aumento de la competencia en el mercado farmacéutico. Estas acciones buscan no solo hacer que los tratamientos sean más asequibles, sino también mejorar los resultados de salud para los estadounidenses.
Beneficios
Los beneficios de estas políticas ya son palpables. Gracias a la Ley de Reducción de la Inflación, los costes de los medicamentos para los adultos mayores han disminuido significativamente. Por ejemplo, el precio de la insulina se ha limitado a $35 al mes, las vacunas son gratuitas y los costes para los medicamentos recetados estarán limitados a $2,000 anuales a partir de 2025. En la primera mitad de 2024, 1.5 millones de beneficiarios de Medicare Parte D ahorraron casi $1,000 millones en costos de bolsillo.
Además, el HHS ha alcanzado acuerdos con fabricantes farmacéuticos para reducir entre un 38% y un 79% los precios de los primeros diez medicamentos negociados, cuyos nuevos precios entrarán en vigor en 2026.
Estrategias complementarias
La lucha contra la obesidad no se limita al acceso a medicamentos. La Administración Biden ha adoptado un enfoque integral mediante la Estrategia Nacional sobre Hambre, Nutrición y Salud, que tiene como objetivo erradicar el hambre y reducir las enfermedades relacionadas con la dieta. Esta estrategia promueve la integración de la nutrición y la salud dentro de los programas de Medicare y Medicaid, apoyando a los beneficiarios con acceso a alimentos nutritivos, consejería en obesidad y otros servicios relacionados con la nutrición.
La ampliación de la cobertura de medicamentos antiobesidad bajo Medicare y Medicaid representa un paso crucial hacia un sistema de salud más equitativo y sostenible
La ampliación de la cobertura de medicamentos antiobesidad bajo Medicare y Medicaid representa un paso crucial hacia un sistema de salud más equitativo y sostenible. Al reducir los costos de bolsillo y garantizar el acceso a tratamientos efectivos, la Administración Biden-Harris no solo aborda un problema crítico de salud pública, sino que también refuerza su compromiso con el bienestar de los estadounidenses. Esta propuesta no es solo una inversión en salud, sino también un avance hacia un futuro donde todos puedan acceder a los cuidados que necesitan para vivir una vida más larga y saludable.