El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha anunciado una prohibición total de las perforaciones de petróleo y gas en las costas estadounidenses, abarcando las costas este y oeste del país, el este del Golfo de México y el norte del Mar de Bering en Alaska. La medida, que fue comunicada oficialmente a través de un comunicado de la Casa Blanca, busca proteger el medio ambiente ante los riesgos asociados a la explotación de combustibles fósiles en estas áreas sensibles.
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La decisión llega pocos días antes de la toma de posesión de Donald Trump, quien regresará al poder con una postura abiertamente favorable a la explotación de recursos fósiles. Durante su campaña, Trump prometió expandir la perforación petrolera en el Golfo de México, levantar restricciones en el Ártico de Alaska y revertir las normas más estrictas sobre contaminación automovilística implementadas durante la administración Biden.
En su anuncio, Joe Biden subrayó que es “falsa” la idea de que se debe elegir entre proteger el medio ambiente y mantener bajos los precios de la energía. Según el mandatario, estas dos metas no son mutuamente excluyentes y es posible avanzar en ambas direcciones con políticas responsables.
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Biden defendió su decisión al argumentar que la perforación en estas costas podría provocar “daños irreversibles” a ecosistemas frágiles y lugares de gran valor natural. Añadió que la explotación de combustibles fósiles en estas zonas no es necesaria para satisfacer las necesidades energéticas de la nación.
El presidente explicó que, tras analizar los beneficios económicos y los riesgos ambientales, llegó a la conclusión de que el potencial limitado de extracción en estas áreas no justifica los posibles daños ambientales, de salud pública y económicos derivados de nuevas perforaciones.
Esta medida no solo busca proteger la biodiversidad marina y los ecosistemas costeros, sino también fortalecer la resiliencia climática de las comunidades que dependen de estos recursos naturales para su subsistencia. Biden afirmó que la protección de los océanos y las costas es esencial para garantizar un futuro sostenible y saludable para las próximas generaciones.
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Sin embargo, la decisión de Biden podría enfrentar una reversión parcial o total bajo la administración de Donald Trump, quien ha reiterado en numerosas ocasiones su compromiso con la expansión de la industria de los combustibles fósiles. Este posible cambio de rumbo anticipa un fuerte debate en torno a las políticas medioambientales de Estados Unidos en los próximos años.
A pesar de las incertidumbres políticas, la decisión de Biden marca un hito importante en los esfuerzos medioambientales de su administración, reforzando su legado como un presidente comprometido con la lucha contra el cambio climático y la protección de los recursos naturales.