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Este programa, que desde 2022 ha permitido la entrada y permanencia temporal de cientos de miles de personas de estos países
El Gobierno del presidente Joe Biden ha anunciado que no extenderá el ‘parole‘ humanitario otorgado a migrantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití, cuando expire su vigencia de dos años.
Este programa, que desde 2022 ha permitido la entrada y permanencia temporal de cientos de miles de personas de estos países, se aproxima a su fecha de finalización, y los beneficiarios deberán optar por otro estatus migratorio o abandonar Estados Unidos.
El Departamento de Seguridad Nacional actualizó la información en su página web, donde aclara que no habrá posibilidad de renovar el permiso tras dos años. “El parole acabará automáticamente al final del periodo de hasta dos años desde el momento de su concesión”, se lee en la web oficial. Los beneficiarios que no hayan solicitado otro estatus legal deberán dejar el país.
Un portavoz del Departamento confirmó la decisión a Noticias Telemundo, añadiendo que algunos migrantes podrían acceder a otras opciones a través de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía (USCIS).
Desde su implementación, más de 2.6 millones de migrantes de estos cuatro países han solicitado acogerse al programa, junto con otro similar para ciudadanos ucranianos. De estos, más de 530,000 han recibido autorización para viajar a Estados Unidos. Este esfuerzo se enmarca en una estrategia para evitar cruces ilegales en la frontera.
Entre los afectados, se encuentran más de 117,000 venezolanos que entraron desde octubre de 2022, cuyo permiso empezará a expirar este mes, y casi 100,000 nicaragüenses. El programa de ‘parole’ humanitario permite la entrada de hasta 30,000 personas al año de los países designados. A pesar de la decisión de no renovarlo, el programa sigue disponible para nuevos solicitantes. Sin embargo, las extensiones sólo han sido concedidas a otros grupos, como los ciudadanos afganos y ucranianos.
El 30 de septiembre, el Gobierno también anunció nuevas y estrictas políticas migratorias, endureciendo las restricciones para quienes crucen la frontera de manera ilegal, limitando el acceso al asilo cuando el número de llegadas diarias supere un umbral específico. Estas medidas, que buscan controlar los cruces fronterizos en un año electoral, han reducido las entradas ilegales en un 55% desde junio.
Aunque la política de Biden ha ampliado algunas vías legales de entrada, como el ‘parole’ humanitario, la decisión de limitar la duración de este beneficio pone en una encrucijada a miles de migrantes que deberán buscar otras alternativas para permanecer en el país.
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