El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció este miércoles la extensión anual del embargo contra Cuba, una medida que el régimen cubano señala como la causa principal de las dificultades que enfrenta el país.
Sin embargo, la administración cubana no menciona las crecientes donaciones humanitarias y las exportaciones que provienen de Estados Unidos.
En un comunicado emitido al Departamento de Estado y publicado en el Registro Federal, Biden confirmó la continuación de las restricciones comerciales impuestas por Washington bajo la Ley de Comercio con el Enemigo. Esta ley, que debía expirar el 14 de septiembre de 2024, fue extendida nuevamente hasta el 14 de septiembre de 2025, como parte de la política de embargo.
“Determino que la continuidad de estas medidas con respecto a Cuba es de interés nacional para los Estados Unidos”, declaró el mandatario.
La prórroga permite al presidente estadounidense mantener ciertas facultades para aplicar y ajustar el embargo, basado en una ley de 1917 que otorga a EE.UU. la potestad de restringir el comercio con naciones consideradas hostiles. Esta legislación, la más antigua de su tipo, fue utilizada contra países como China, Corea del Norte y Vietnam en el pasado.
Las Regulaciones para el Control de Activos Cubanos, derivadas de esta ley, se implementaron en 1963. A lo largo de los años, el régimen cubano ha culpado al embargo de las carencias que vive su población. Recientemente, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, afirmó que, sin la política estadounidense, el Producto Interno Bruto (PIB) de la Isla habría crecido un 8%.
Sin embargo, críticos en redes sociales respondieron con escepticismo a estas afirmaciones. “Si no existiera el sistema político actual, habríamos crecido un 100% anual en el PIB”, comentó un usuario en la red social X.
Pese a las dificultades que menciona el régimen, las donaciones de EE.UU. hacia Cuba han alcanzado niveles significativos en la última década, sumando más de 153 millones de dólares en casi diez años. Según el Consejo Económico y Comercial EE.UU.-Cuba, las donaciones han aumentado considerablemente en los últimos cuatro años. Solo en los primeros siete meses de 2024, las cifras ya superan las registradas en años anteriores.
Hasta julio de este año, las donaciones humanitarias ascendían a 38.9 millones de dólares, superando los 36.5 millones de todo el año 2023, que ya había sido un año récord en este aspecto. Durante el mes de julio, llegaron a Cuba donaciones de EE.UU. valoradas en más de 4.2 millones de dólares.
Estos números provienen de registros oficiales del gobierno de EE.UU. Según el Consejo Económico y Comercial, los productos donados no están incluidos en los cálculos de las leyes que codifican las excepciones al embargo, como la Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Fomento de Exportaciones de 2000 (TSREEA) y la Ley de Democracia Cubana de 1992 (CDA).
A estas cifras se suman las compras que las autoridades y pequeñas y medianas empresas cubanas (MIPYMES) realizan en EE.UU. Aunque el gobierno cubano y su prensa no lo mencionan, Estados Unidos fue en 2022 el sexto mayor exportador a Cuba, según el Anuario Estadístico de la Isla, con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
En 2023, las exportaciones estadounidenses a Cuba crecieron a 342.6 millones de dólares, superando los 328.5 millones del año anterior, a pesar del embargo y las dificultades financieras que enfrenta La Habana, la cual está obligada a pagar al contado por estas compras. Desde diciembre de 2021, las exportaciones a Cuba superan los 7.4 mil millones de dólares.
Entre los productos exportados en los últimos meses se encuentran automóviles, radares para embarcaciones, piezas de motores de avión y reactivos de laboratorio.
