El presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, compareció este lunes desde la sede del Departamento de Estado para hacer balance en materia de política exterior de su único mandato al frente de la Casa Blanca. Pronunció su primer mensaje de despedida.
El demócrata apareció pasadas las 14:00 hora local, con algo de retraso, en compañía del jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, a quien agradeció su labor en estos cuatro años, marcados por la retirada de Afganistán, la invasión rusa de Ucrania y la guerra israelí en Gaza, entre otros acontecimientos globales.
“Estamos en un punto de inflexión. El periodo posterior a la guerra fría ha terminado. Ha comenzado una nueva era”, arrancó un Biden combativo. El demócrata defendió su legado argumentando que, “en comparación con hace cuatro años, Estados Unidos es más fuerte, nuestras alianzas son más fuertes, nuestros adversarios y competidores son más débiles” y, subrayó, que lo ha conseguido sin la necesidad de enviar tropas al extranjero.
“No hemos ido a la guerra para conseguir estas cosas durante mi presidencia”, insistió el mandatario estadounidense, cuya Administración, sin embargo, ha aprobado ventas de armas por valor de miles de millones de dólares a aliados clave como Israel o Ucrania.
Biden afirmó ante los miembros del servicio diplomático que Estados Unidos está “ganando la competición mundial” en una nueva era de economía y tecnología globales. “Según las últimas predicciones, a la vista de la trayectoria actual de China, nunca nos superarán. Punto”, dijo confiado.
Dedicó Biden también buena parte de su alocución a subrayar los avances de su Administración en materia de defensa, con la expansión de la OTAN, la firma del AUKUS y la firma de otros acuerdos militares con Filipinas, Japón y Corea del Sur en el Indo-Pacífico para contener a China.
Defensa cerrada de Ucrania
Pero el demócrata quiso hacer especial hincapié en la amenaza para Ucrania y el resto de Europa que representa la Rusia de Vladimir Putin, e instó a los aliados a no “abandonar” a los de Volodimir Zelenski.
“Hay más por hacer. No podemos darnos por vencidos. Tuve dos trabajos, uno para unir al mundo y defender a Ucrania, y el otro es evitar la guerra entre dos potencias nucleares. Hicimos ambas cosas. Hoy, Ucrania sigue siendo un país libre e independiente con potencial, potencial para un futuro brillante, y sentamos las bases para que la próxima administración pueda proteger el brillante futuro del pueblo ucraniano”, remarcó.
El presidente estadounidense recordó, además, cómo el jefe del Kremlin “fracasó” en Ucrania: “Cuando Putin invadió Ucrania, pensó que conquistaría Kiev en cuestión de días. La verdad es que, desde que empezó esa guerra, yo soy el único que se ha plantado en el centro de Kyiv, no él”, dijo en alusión a su visita a la capital de Ucrania en 2023. Visita que le convirtió en el primer presidente de Estados Unidos en acudir a una zona de conflicto en la que no participaban sus tropas.
La tregua en Gaza, “a punto”
Biden también tuvo palabras para la ofensiva en Gaza, derivada del atentado de Hamás del 7 de octubre de 2023. “Estamos presionando mucho para cerrar esto. El acuerdo que tenemos… liberaría a los rehenes, detendría los combates, proporcionaría seguridad a Israel y nos permitiría aumentar significativamente la ayuda humanitaria”, adelantó sobre las negociaciones entre Israel y Hamás para cerrar un alto el fuego en el enclave palestino, donde han muerto más de 46.000 personas, según el recuento de las autoridades sanitarias locales.
“Para los palestinos que han sufrido terriblemente en esta guerra iniciada por Hamás, han pasado por un infierno. Han muerto muchos inocentes, se han destruido muchas comunidades. El pueblo palestino merece la paz y el derecho a determinar su propio futuro. Israel merece la paz y una seguridad real, y los rehenes de sus familias merecen reunirse, por lo que estamos trabajando urgentemente para cerrar este acuerdo”, sentenció.