El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, conmutará las sentencias de 37 de las 40 personas condenadas a muerte a nivel federal, entre ellos un cubano y otro latino condenados en el 2009 por su participación en un incidente de asesinatos relacionados con las drogas.
Se trata de una decisión adoptada cuando falta menos de un mes para que Biden abandone el cargo y que implica que todas las sentencias se reclasificarán y se convertirán en cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, según informó la Casa Blanca en un comunicado citado por agencias internacionales.
De acuerdo con un reporte de la agencia AP, el perdón beneficiará a Daniel Troya, de familia cubana, y Ricardo Sánchez, Jr., condenados en 2009 por su participación en un incidente de asesinatos relacionados con las drogas.
Troya y Sánchez causaron la muerte de una familia de cuatro personas en 2006 en una carretera del condado St. Lucie, en la Florida. José Luis Escobedo, su esposa Yessica Guerrero Escobedo y sus hijos de 3 y 4 años de edad, murieron de los disparos que recibieron.
Los fiscales del Gobierno federal argumentaron que Troya perpetró el crimen de forma premeditada, tras una sustancial planificación. Además, dijeron que no mostró arrepentimiento alguno durante el proceso judicial, aunque ofreció disculpas a la familia de las víctimas al concluir el juicio.
Troya es “muy peligroso”, aunque viene de una “buena familia”, comentó durante el juicio el magistrado Daniel T.K. Hurley.
“No solo fueron asesinados, también fueron torturados”, declaró la semana pasada el sheriff de St. Lucie, Keith Pearson.
Biden declaró que las conmutaciones dictadas van en la línea con la moratoria aplicada para casos que no están relacionados con terrorismo o asesinatos en masa motivados por el odio.
“Que nadie se equivoque: condeno a estos asesinos, lamento las víctimas de sus actos despreciables y lo siento por todas las familias que han sufrido pérdidas inimaginables e irreparables”, dijo Biden, citado por RTVE.
No obstante, ha añadido que, guiado por su conciencia y por su experiencia como defensor público está “más convencido que nunca” de que hay que parar el uso de la pena de muerte a nivel federal.
“Con la conciencia tranquila, no puedo dar un paso atrás y permitir que una nueva administración reanude las ejecuciones que yo detuve”, concluyó.
El mandatario demócrata ha emitido más conmutaciones en el final de su Presidencia que cualquiera de sus predecesores recientes en el mismo momento de sus primeros mandatos, según declaró la Presidencia estadounidense en la nota.
A principios de diciembre, Biden anunció el indulto para aproximadamente 1.500 estadounidenses (la mayor cantidad en un solo día) que hubieran demostrado una rehabilitación exitosa y un compromiso con hacer que las comunidades sean más seguras.
Cuando inició su mandato en enero de 2021, su Administración impuso una moratoria a las ejecuciones federales. Sus nuevas medidas impedirán que el Ejecutivo del republicano Donald Trump “confirme las sentencias de ejecución que no se dictarían con la política y la práctica actuales”.