La Administración Biden está dispuesta a apurar sus últimos días al frente de la Casa Blanca para blindar lo mejor posible las políticas clave del demócrata. Antes de ceder el testigo a Donald Trump, el equipo del todavía presidente anunció un aumento en el objetivo nacional de reducción de emisiones hasta un 61-66% en 2035, frente al 50-52% comprometido para 2030. En conversación con periodistas, el enviado especial para el clima, John Podesta, expresó su confianza en que, con el republicano en el Despacho Oval, serán los empresarios y los estados quienes tiren del carro para conseguirlo.
Con este significativo avance en el objetivo de reducción de emisiones en porcentaje respecto a los gases emitidos en 2005, Biden aseguró que sitúa al país “en la senda de cero emisiones” para 2050. En un vídeo enviado a los medios, el presidente aseguró que bajo su mandato se ha desarrollado “la agenda climática más audaz de la historia de Estados Unidos“.
Biden confía en que la llegada de Trump no impedirá alcanzar el objetivo
Biden, además, predijo que la llegada de Trump, a pesar de su compromiso de revertir la agenda verde del demócrata, no podrá frenar estos progresos: “La industria estadounidense seguirá inventando e invirtiendo. Los gobiernos estatales, locales y tribales seguirán dando un paso adelante. Y juntos, convertiremos esta amenaza existencial en una oportunidad única para transformar nuestra nación para las generaciones venideras”.
En una llamada con periodistas, Podesta insistió en esta idea, asegurando que aunque Trump “puede relegar la acción por el clima a un segundo plano”, el sector privado y los gobiernos estatales y locales pueden impulsar el progreso. “No es una ilusión, ya ha ocurrido antes“, subrayó.
Además, Podesta incidió en la importancia del liderazgo estadounidense para que el mundo le siga en las políticas climáticas: “La verdad es que el liderazgo climático de Estados Unidos ha motivado al mundo a avanzar más rápido. Después de que el Presidente Biden fijara un ambicioso objetivo climático para 2030 en 2021, Japón, Corea del Sur, Australia, Canadá, México y otros países presentaron objetivos más ambiciosos. Una vez que aprobamos la IRA, otros países -como Japón, Australia, la UE y el Reino Unido- adoptaron nuestra estrategia de inversión en energías limpias, impulsada por el gobierno y el sector privado“.
EEUU, lejos de cumplir los compromisos para 2030
Sin embargo, a pesar de la presunción de la Administración Biden, EEUU continúa lejos de cumplir con los objetivos marcados para 2030. De hecho, según un reciente informe del grupo independiente Rhodium recogido por AFP, Washington no lograría una reducción de más del 32-43% para 2030, frente a la meta del 50-52% del todavía presidente. Unos datos que refutan desde la Administración, donde un alto cargo aseguró que “en estos momentos ronda el 45-46%“.
En respuesta a AFP, la portavoz del equipo de transición de Trump y futura secretaria de Prensa, Katherine Leavitt, señaló que “En su primer mandato, el presidente Trump promovió la conservación y la gestión ambiental, al tiempo que promovió el crecimiento económico para las familias. Las políticas del presidente Trump produjeron energía asequible y fiable para los consumidores junto con empleos estables y bien remunerados, todo mientras caían las emisiones de carbono de Estados Unidos a su nivel más bajo en 25 años.