Recuerda tener la conviccin de querer estudiar Psicologa desde muy joven. “Me apasionaba hablar sobre las emociones, entender cmo modulan nuestro pensamiento y esto a su vez repercute en nuestro comportamiento. Pero quise especializarme ms tras vivir varios casos de cncer en mi familia“, cuenta Beatriz Yusta, natural de Madrid y mster en Psicooncologa y Cuidados paliativos en la Universidad Complutense, donde tambin curs la carrera. Ya en 2009 tuvo la oportunidad de empezar a trabajar en la Asociacin Espaola Contra el Cncer (AECC), trasladndose a Ibiza.
El enamoramiento de su profesin junto con la tranquilidad de la isla Pitiusa le llevaron a seguir creciendo profesionalmente, teniendo la oportunidad de ser testigo y adems partcipe de la creacin de una asociacin paralela que vela por las necesidades reales de las personas afectadas por el cncer, tanto pacientes como familiares. “La magia de estar en una ONG es que todo lo que entregas de ti te enriquece espiritualmente”.
Los efectos secundarios
En este propsito vital se ha percatado de la importancia del asesoramiento oncoesttico, que desarrolla en la Asociacin Pitiusa de Ayuda a Afectados de Cncer en talleres en colaboracin con L’Oral Dermatological Beauty a travs de La Roche-Posay. “Como psicloga, siempre he sido consciente de la importancia de la imagen personal y cmo repercute en nuestra identidad”, afirma.
Hace aos no se daba tanta importancia a la salud mental y la autoestima, incluso se poda llegar a ver como frvolo preocuparse por la cada capilar. “Lgicamente, cuando hay un diagnstico, lo primero que se desea es curarse. Pero parece mentira que todava hoy muchas personas que vienen a la consulta se justifiquen tanto cuando quieren transmitir que les cuesta mirarse al espejo. Les cuesta hasta verbalizarlo”.
Ms all del diagnstico
No hace falta sealar que pasar por un proceso de cncer, de una forma u otra, transforma el aspecto fsico. “Algunos tratamientos generan cambios muy visibles, como la alopecia, afectan a la piel, hay amputaciones, cicatrices… Es vital mantener el mayor equilibrio emocional en un momento tan complicado y duro como el que se vive con esta enfermedad, facilitando herramientas mentales o conductuales y trabajando en la mejora de la calidad de vida”, argumenta.
Una vez se digiere el diagnstico, el proceso puede ser muy largo y, aunque se confe en los avances mdicos, a algunas personas les cuesta asumir el lenguaje belicista que expresa todo aquel a su alrededor. “Visualizarlo como una guerra agota, y me lo comentan tanto mujeres, que no se identifican como luchadoras, como hombres. Me dicen: ‘Y qu pasa con el que no supera la batalla? Es que no ha sido buen guerrero?’. No es as: ha dado todo lo que ha podido”, reflexiona.
Aun as, el peor momento es el de recibir la noticia: “Cuando te acaban de decir que tienes un cncer, pero todava quedan pruebas complementarias para poder realmente saber qu tipo es y cmo abordarlo, la persona que lo padece siente mucha incertidumbre y no puede quitrselo de la cabeza. Tiene la necesidad de que se haga algo ya, mientras los das van pasando en angustia”. Tambin cuesta volver a encajar en la vida real, cuando ya no tienen que ir al hospital tan a menudo, empieza a brotar el cabello… “Termina ese control mdico tan constante que antes tenan, vuelven al trabajo y, para la sociedad, parece que estn bien. Sin embargo, necesitan un tiempo para recuperarse. Tienen que adaptar rutinas y esfuerzos. Y a veces ya no es como antes”.
Ejercicio para el cuerpo y el alma
El deporte es fundamental y Yusta lo emplea en la psicoterapia. Pilates, yoga, gimnasia acutica, CrossFit, fuerza… “Los pacientes con cncer que hacen ejercicio se sienten vitales, no pierden esa masa muscular. La fisioterapia y el entrenamiento con las adaptaciones necesarias genera endorfinas y no solo regula el bienestar fisiolgico del cuerpo, sino tambin el emocional”.
Una prdida siempre afecta, aunque sea una profesional: “No te lo llevas como un duelo propio, porque as sera complicado ayudar. Acompaas, escuchas y tratas de que tengan un final con el menor sufrimiento posible. A m me lleva a reflexionar y a vivir mi vida ms plenamente”.