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Jordi Blanco / Enviado
20 de ene, 2025, 13:33 ET
Barcelona puede meterse a Octavos de Final de la Champions, pero si no gana tendrá que sacar la calculadora y depender de las matemáticas
LISBOA.- El Barcelona huye de las matemáticas en un final de liga regular explosivo de la nueva Champions League. Un empate en Lisboa no le aseguraría aún matemáticamente su clasificación entre los ocho primeros (pase directo a los Octavos de Final), pero una derrota le podría dejar pendiente de otros resultados en la jornada final.
Para el Benfica el rumbo es claro: Ganar le acercaría al objetivo, incluso, de meterse entre los ochos primeros ,pero perder podría dejarle fuera de los 24. Cara o cruz, casi, en un partido enorme y un escenario de malos, muy malos recuerdos, para el equipo azulgrana.
En el estadio Da Luz sufrió el Barça, en agosto de 2020, la derrota más humillante de su historia en Europa: el catastrófico 2-8 contra el Bayern Munich en los cuartos de final de aquella Champions del covid que se definió en Lisboa.
A la postre campeón, al conjunto alemán le dirigía un Hansi Flick que cuatro años y medio después lidera a este Barça del que no sabe qué esperarse, si confirmar la excelente imagen que viene mostrando en los torneos con duelos de eliminación directa o dejarse arrastrar por la depresión liguera.
Tomorrow, we tangle. ⚔️ pic.twitter.com/EXwbpP9G2l
— FC Barcelona (@FCBarcelona) January 20, 2025
Se reencuentra el equipo azulgrana con un Benfica que le desmontó en septiembre de 2021, goleándole por 3-0 en su última visita a Lisboa para iniciar la pesadilla europea, quedando fuera del máximo torneo continental en la fase de grupos una vez que en el partido de retorno en el Camp Nou no fue capaz de ganarle.
Con el regreso de Ansu Fati a la convocatoria, tras cuatro ausencias, y la baja por lesión de Dani Olmo, el Barça buscará resolver su pase a los octavos de final asegurándose además una plaza de privilegio con que descansar del play-off y pensar en concretarla en la jornada final contra el Atalanta.
Siempre después de enfrentarse a un Benfica que, en delicada posición, se presenta como un rival de máxima exigencia.