Horas antes de concluir el 2024 el Barcelona dio la nota a nivel directivo al no registrar a Dani Olmo y solicitar de última hora una nueva licencia a la RFF la cual le fue negada y podría significar un nuevo ridículo a nivel gerencial con repercusiones que podrían ser bastante serias para el equipo.
De acuerdo a un comunicado que LaLiga emitió el 31 de diciembre, el FC Barcelona no presentó ninguna alternativa que atienda el cumplimiento de la normativa que establece el control económico de la competición, por lo que no podrá inscribir a ningún jugador a partir del 2 de enero.
Los jugadores implicados son los delanteros españoles Dani Olmo y Pau Victor quienes no pudieron ser registrados y de acuerdo al reglamento de LaLiga pueden desvincularse de sus contratos a partir de mañana y contratarse con quien deseen.
LaLiga ha sido muy estricta con los controles financieros del Barcelona derivado de los casos de corrupción en los traspasos de futbolistas, por lo que le fue solicitada toda la documentación referente a los nuevos contratos y las garantías de pago de los mismos. La entidad blaugrana no presentó la información y el plazo venció.
Barcelona pretendía inscribir a Olmo y Victor con la cesión de la explotación de parte de los nuevos palcos VIP del Spotify Camp Nou, valuados en 100 millones de dólares, donde hay inversores de Medio Oriente involucrados. Sin embargo no tuvo éxito por la vía judicial y enfrentará un problema severo con Dani Olmo y una cláusula de salida si Barcelona no lograba inscribirlo por el fair play financiero.
Dani Olmo pondría en crisis al Barcelona
Dani Olmo fue fichado por 50 millones de euros el verano pasado procedente del RB Leipzig, sin embargo jugó los últimos 5 meses con una licencia especial otorgada por la RFF con la que convirtió 5 goles en 11 partidos y por reglamento del torneo, ningún jugador puede participar en una misma temporada con dos licencias diferentes por lo que no pudo ser inscrito.
Varias fuentes indican que el contrato del delantero con el Barcelona tiene una cláusula de disolución si el club no lograba inscribirlo y podía quedar libre si así lo decidiera. Además el Barcelona se comprometió a pagar la totalidad del salario del contrato válido hasta junio del 2030 lo que supondría un duro golpe económico para las finanzas del club.
La mala gestión de Laporta en el caso Dani Olmo podría suponer su fin como presidente del club, ya que además del golpe económico, el club se quedaría sin un referente de ataque importante para la segunda parte de la temporada.