El sector bancario conseguirá grandes beneficios con el regreso del expresidente, Donald Trump, a la Casa Blanca, debido a la entrada de reguladores republicanos que previsiblemente flexibilizarán las normas de capital y las aprobaciones de fusiones, según expertos y analistas del sector.
Es probable que los escogidos por el Presidente electo diluyan aún más la polémica propuesta final de Basilea III, cuyo objetivo es exigir a los grandes prestamistas que tengan más capital para protegerse de los préstamos dudosos.
Aunque los bancos ya han obtenido importantes concesiones en relación con esta propuesta que, según afirman, reducirá los préstamos y perjudicará a la economía, el último borrador seguiría aumentando los requisitos de capital en torno a 9% para los mayores prestamistas, según un alto cargo de la Reserva Federal (Fed).
“La norma final de Basilea podría estar completamente muerta”, dijo Gene Ludwig, exregulador bancario de alto rango que asesora a instituciones financieras como presidente ejecutivo de Ludwig Advisors, especialista en assesoría de capital inmobiliario.
El cambio normativo podría suponer cierto alivio para los inversionistas tras un año en el que algunos valores bancarios se han visto lastrados por la preocupación ante el deterioro de los préstamos.
La Fed aceptó suavizar la propuesta en septiembre, cuando el vicepresidente de Supervisión, Michael Barr, dijo que el regulador revisaría y volvería a publicar las normas más adelante.
Otras normas previstas que obligan a los bancos a mantener más deuda, así como cambios en la normativa sobre liquidez, también pueden estar en entredicho.
“Las perspectivas para el sector bancario son más alentadoras bajo Trump (…) Los bancos tendrían menos restricciones y podrían usar más efectivo para préstamos o recompra de acciones”, mencionó Dan Coatsworth, analista de inversiones de AJ Bell.
Rotación de reguladores
A medida que Trump instale nuevos reguladores en agencias clave, sus elecciones podrían tener un efecto inmediato y sísmico en una industria bancaria más acostumbrada a un ritmo más lento de cambio, según un ejecutivo de tecnología financiera que declinó ser identificado discutiendo los cambios de personal.
“Esto es como un terremoto para las fusiones y adquisiciones bancarias y la política regulatoria bancaria”, expresó Ed Mills, analista de Raymond James, que espera que se anuncien operaciones bancarias en cuestión de semanas.
También es probable que los agresivos reguladores financieros de la era Biden, como Gary Gensler en la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos, Lina Khan en la Comisión Federal de Comercio y Rohit Chopra en la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, sean sustituidos por directores de agencias más favorables a las empresas.
Sin embargo, Meg Tahyar, directora del grupo de instituciones financieras del bufete de abogados Davis Polk, moderó las expectativas de un cambio radical.
“Habrá cambios de personal al más alto nivel y habrá más fusiones y adquisiciones, pero es poco probable que cambie mucho la intensidad de la supervisión y la atención prestada a las comisiones basura”, afirmó.
La posibilidad de una política antimonopolio menos estricta también impulsó las acciones de Discover Financial y Capital One Financial, señaló Ronald Temple, estratega jefe de mercado de Lazard.