Azul o rojo:
quien gane las elecciones en EE.UU.
su política será detener
la migración irregular
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Al cierre de la edición de este texto se registran ligeras ventajas a favor de la candidata Kamala Harris sobre Donald Trump, y un empate en los 7 estados que podría definir quien gane las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Cual sea el resultado se sentirá en Guatemala. La victoria de uno u otro determinará el abordaje de los temas de interés para ambos países, la migración y la seguridad. Acá una lectura de qué esperar si los estadounidenses votan por el partido azul o el rojo.
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Más de 51 millones de personas sintonizaron el primer debate presidencial entre el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden la noche del 24 de junio, según la cadena CNN. Las propuestas… No hubo. Solo se presenciaron ataques de Trump a un Biden confundido y desorientado que no logró defenderse. Los candidatos de 78 y 81 años dejaron de hablar de política y planes de gobierno, para debatir sobre sus habilidades en el golf.
En ese punto Trump se posicionó por encima de Biden.
«Las capacidades físicas y mentales de Biden para hacer campaña y para enfrentar otros cuatro años frente a la presidencia cobraron relevancia», traduce el internacionalista y catedrático, Roberto Wagner. No tardó la recomendación de analistas, activistas y medios de comunicación al actual presidente, la de dar un paso al costado de la contienda porque Trump tomaba ventaja.
Ha corrido agua debajo de ese puente que son las elecciones en Estados Unidos, como el intento de asesinato contra Trump en Pensilvania el 13 de julio. El suceso que le permitió capitalizar su imagen ante los electores. «No voy a destruir la democracia, acabo de recibir una bala por la democracia», dijo una semana después, entre ovaciones durante la convención republicana, en Milwaukee.
Parecía que las cartas estaban echadas, pero en política nada está escrito en piedra.
El anuncio del presidente Joe Biden, de no optar por su reelección al cargo, fue aplaudida por líderes y seguidores del partido demócrata, y por la misma Kamala Harris quien anunció que tomaría su lugar en la contienda.
Se dividieron entre apoyar a Biden o agradecerle por apartarse de la campaña. El hecho es que desde entonces, dice el analista e internacionalista, Alejandro Morales, mejoraron las oportunidades para los demócratas.
El vínculo entre Guatemala y Estados Unidos
Las políticas implementadas por el gobierno estadounidense para reducir la migración irregular y tomar acciones contra el crimen organizado son los temas a tratar con Guatemala. Su socio más importante en la región (como lo llama Estados Unidos). En mayo de este año, el país fue sede de la Reunión Ministerial de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección 2024, en donde participaron 22 países y organismos internacionales. También abordaron el tema de la extradición de personas vinculadas al narcotráfico y decomisos de drogas.
«Lo que puede suceder es que estemos ante una situación en la que Estados Unidos buscará cómo abordar la migración, el combate al crimen organizado y lo único que va a variar son las formas», se adelanta a pensar Wagner.
Si bien cada candidato tiene una visión y forma distinta de trabajar, sea cual sea el resultado, Estados Unidos siempre buscará mecanismos para frenar la migración irregular, una de las principales preocupaciones de los votantes. La visión de Harris quedó clara en su primer viaje como vicepresidenta a Guatemala. «No vengan», dijo en junio de 2021, durante su visita al país.
«El tema de deportaciones se mantiene en el discurso de cada candidato. (Tal vez) habría un cambio, pero seguiremos viendo deportaciones gane quien gane», avizora también Morales.
Y amplía: además de quien llegue a ocupar la Oficina Oval, también es importante el control dentro de la Cámara de Representantes y el Senado. «Aquí vienen a jugar los pesos y contrapesos de Estados Unidos. Es importante entender cómo quedará la correlación de fuerzas en el Congreso y Senado», dice. Existen cambios y decisiones que deben contar con el aval de estas instituciones. Para minimizar o ampliar derechos de la población migrante requiere la aprobación de estas entidades.
La migración irregular en dos discursos
En sus intervenciones Harris recuerda su historia familiar y habla de cómo sus padres llegaron a Estados Unidos como inmigrantes; Trump, en tanto, agudiza su discurso en contra de los migrantes. En una de sus recientes apariciones aseguró: «Hay migrantes capaces de cortarles la cabeza en su cocina», y añadió, «estas personas son animales, asesinos fríos, sin corazón».
El analista de temas migratorios, Pedro Pablo Solares, ve grandes diferencias en asuntos de cooperación y política migratoria de ambos candidatos. «Si Harris llega a la presidencia, podemos esperar la continuidad del gobierno de Estados Unidos enfocado en abordar las causas de la migración, en el fortalecimiento de la democracia, como parte de una política migratoria».
También implicaría continuar el apoyo a las agencias de desarrollo desde una visión a largo plazo, como con el gobierno de Biden.
Con Trump, la opción republicana ofrece otro tipo de medidas como deportaciones masivas y la posibilidad de hacer recortes a programas de desarrollo destinados a reducir la migración irregular.
En todo caso, ninguno de los dos candidatos presenta la solución por excelencia a los temas de migración y regulación migratoria. Un contendiente ofrece continuar con trabajo y colaboración bilateral mientras otro opta por acciones incendiarias sin importar las consecuencias humanas que esto pueda representar. En 2018, por ejemplo, la política de «Tolerancia cero» del gobierno de Trump. Consistió en separar a los niños de sus padres en la frontera, en su intento por ingresar de forma irregular a Estados Unidos. Esta medida fue criticada a nivel internacional.
De ahí la promesa de Trump durante su discurso ante cientos de seguidores en la Convención Republicana: «Para mantener a nuestras familias seguras, la plataforma republicana promete lanzar la mayor operación de expulsión y deportación de la historia de este país, más que la del presidente Dwight D. Eisenhower».
En la década de los años cincuenta, la administración de Eisenhower ejecutó la «Operación Espalda Mojada», considerada la mayor deportación en la historia de Estados Unidos. Se estima que 1 millón 300 mil migrantes irregulares fueron expulsados. Trump promete superar esa cifra.
«Significa que instalaría un programa para hacer redadas masivas en algunos pueblos a lo largo de EE.UU.», advierte Solares. Según el experto, estas medidas pueden implicar la instalación de un sistema de miedo en la población migrante.
Para entender una eventual victoria de Trump, cuando fue presidente (2017-2021) utilizó el tema de la migración irregular para presionar a países de la región, recuerda Wagner. El entonces ministro de gobernación, Enrique Degenhart, firmó un acuerdo para que Guatemala se convirtiera en un «tercer país seguro» o de refugio para personas que pedían asilo en Estados Unidos. «No me extrañaría que regrese ese acuerdo que chocó mucho en ese momento, prácticamente fue una extorsión del gobierno estadounidense». La preocupación en este escenario es que Guatemala no tenga las capacidades para hacer frente a estas presiones, añade.
Cada gobierno ha presentado su alternativa para reducir la migración irregular.
- Durante la administración de Barack Obama se implementó el Plan Alianza para la Prosperidad para el Triángulo Norte: Guatemala, Honduras y El Salvador.
- Trump propuso acciones como la construcción de un muro fronterizo y el acuerdo de Tercer País Seguro.
- En la actual gestión de Biden, Kamala Harris ha liderado la Estrategia de las Causas (raíz) de la Migración.
Wagner opina que los tres planes fracasaron en su objetivo de reducir la migración. Lo sustentan registros de la Unidad de Política Migratoria de México, que desde 2020, las cifras de migración irregular han ido en aumento. Honduras, Guatemala, Venezuela y El Salvador lideran esas estadísticas. En cualquier caso, el desafío para Guatemala será tener una comunicación adecuada con Estados Unidos, dice el internacionalista. Incluso con México, como aliado de la región para abordar proyectos transnacionales y políticas conjuntas que se traduzcan en un beneficio para la población guatemalteca.
Una reñida disputa
Con la llegada de Harris a la arena, las posibilidades para el Partido Republicano son inciertas. «La contienda se ha vuelto muy competitiva porque ella ha unido a los demócratas», señala Morales.
Durante el segundo debate presidencial, entonces con Harris, la derrota fue para Trump. «En el primer debate a Joe Biden le fue mal. No fue elocuente, no estaba concentrado, se veía cansado, confundía las palabras y eso encendió las alarmas en el Partido Demócrata. En este segundo debate, Harris tendió varias trampas y Trump mordió el anzuelo».
A pesar de los señalamientos en su contra y un desempeño cuestionable durante el debate, Trump sigue firme en las encuestas. Será una elección cerrada, anticipa.
La encuesta más reciente de NBC News señala que Harris cuenta con el 50% de apoyo, mientras Trump 48%. En septiembre, este sondeo le daba una ventaja de 1 punto a Trump, ahora Harris aventaja con dos puntos. Mientras ella aborda temas como la protección de derechos de migrantes, aborto y cualidades físicas y emocionales para el cargo, él lidera en temas económicos, reducir el costo de vida y asegurar la frontera sur. La encuesta realizada por Fox News en septiembre arrojó resultados similares, 50% Harris frente a un 48% Trump.
Según otro sondeo publicado en septiembre, realizado por la plataforma ActiVote, el liderazgo de Trump destaca en votantes blancos, mientras Harris logra atraer el voto de los latinos. «Ahora Trump se ve confundido, no cambia su discurso, mientras Kamala Harris ahora es más moderada y maneja bien la campaña», describe Wagner.
En el Partido Republicano las divisiones comienzan a verse. Medios internacionales dieron a conocer la carta firmada por 111 exfuncionarios del partido que manifestaron su apoyo a Kamala Harris a pesar de estar en desacuerdo con ella. «Creemos que ella posee las cualidades esenciales para servir como Presidenta y Donald Trump no. Por lo tanto, apoyamos su elección para ser Presidenta», justifican. Y recordaron la gestión de Trump como caótica.
Manifestaciones de este tipo evidencian la crisis de valores de los partidos, antes formaban parte fundamental de su identidad, describe Wagner. Los demócratas han sido restrictivos en temas económicos y libres en temas sociales; los republicanos al revés: restrictivos en temas sociales y libertarios en temas económicos. Pero, «esto se perdió».
Las elecciones que John F. Kennedy ganó a Richard Nixon (1960), según documentó el New York Times, fue por una diferencia de 0.17% de votos electorales. Después del 5 de noviembre próximo se verá si se mantiene como la más reñida, o si los 244 millones de votantes bajen todavía más la vara Harris – Trump.
Ataques, no propuestas
El 10 de septiembre los dos candidatos se enfrentaron en un segundo debate presidencial. El primero de Harris. «Tengamos un buen debate», le dijo ella con un apretón de manos. Al final de la jornada la victoria fue de Harris quien durante la discusión logró tender trampas a Trump para colocarlo a la defensiva, coinciden los analistas consultados. Durante la jornada los moderadores intervinieron para desmentir algunas afirmaciones de Trump.
Como cuando aseguró en Springfield, una ciudad de Ohio, que «se comen a los perros, los inmigrantes se comen a los gatos, a las mascotas». Las autoridades de Ohio aclararon –durante la transmisión– que no hay evidencia de que esto ocurriera. Después de esa experiencia, Trump anunció en un mitin en Tucson, Arizona, que no volvería a participar en un tercer debate.
En Estados Unidos ocurre una «tropicalización de la política», compara Wagner. «Es como lo visto aquí donde nadie habla de propuestas, solamente se concentran en ataques y noticias falsas». Ambos candidatos dejaron de lado las propuestas para concentrarse en debilitar a su adversario.
Habrá desinformación de ambos lados, añade Wagner, será un fenómeno que continuará en las próximas semanas. Las propuestas… no hay propuestas, siguen ausentes en los discursos de ambos. Sin muchas sorpresas en cómo abordarán el tema de la migración.
Después del 5 de noviembre la atención estará en conocer si los estadounidenses optaron por la opción del partido azul o rojo, si demócrata o republicano. Harris o Trump.
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