Mientras el precio de Bitcoin superaba los 72.000 dólares, las liquidaciones cortas de futuros mostraron un notorio aumento. Lo que podría aumentar la volatilidad sobre la criptomoneda en los próximos días, según Adewale Olarinde en Ambcrypto.
La convergencia de los movimientos de precios de Bitcoin con el índice de miedo y codicia revela el sentimiento subyacente que impulsa estas fluctuaciones.
El repunte del precio de Bitcoin durante la semana pasada ha provocado un aumento significativo en las liquidaciones cortas de futuros en las principales bolsas.
Según los datos de Glassnode, las liquidaciones cortas totales alcanzaron niveles sin precedentes, con más de 48 millones de dólares eliminados en un solo día cuando BTC superó los niveles de resistencia críticos.
Este aumento en las liquidaciones ilustra la reacción del mercado al impulso alcista, ya que los operadores que apostaban por una caída de los precios se vieron obligados a salir de sus posiciones en rápida sucesión.
El volumen de liquidación destaca la sensibilidad de las posiciones cortas apalancadas a las fluctuaciones del precio de Bitcoin. Ahora que el mercado está superando el umbral de los 72.000 dólares, los traders en corto se están retirando para evitar más pérdidas por liquidación.
El efecto cascada de las liquidaciones tiende a impulsar aún más el impulso de los precios, ya que las recompras forzadas de contratos cortos impulsan el precio de Bitcoin al alza.
Junto con el aumento de las liquidaciones, el índice de miedo y codicia ha mostrado un ascenso constante, lo que refleja el cambio de una postura cautelosa del mercado a una perspectiva más optimista.
A principios de octubre, el índice osciló en el territorio del “miedo”, lo que sugiere vacilación del mercado.
Sin embargo, a medida que el precio de Bitcoin siguió rompiendo los niveles de resistencia, el índice pasó a la “codicia”, alcanzando su lectura más alta desde mediados de año.
El índice de miedo y codicia ha sido históricamente un barómetro de posibles correcciones del mercado, ya que la codicia extrema suele preceder a los retrocesos a corto plazo.
Sin embargo, el nivel actual de optimismo, impulsado por los sólidos fundamentos del mercado y el interés institucional, podría sostener el repunte. Pero una codicia elevada podría sugerir una fase de sobrecalentamiento, en la que es probable que haya correcciones si el sentimiento se vuelve demasiado exultante.