El Hipolit Planas soñó con la machada durante 80 minutos… pero celebró la derrota a lo grande
ISAAC SUÁREZ
Vic
Actualizado
Más allá del Gordo de Navidad por adelantado que deja en sus arcas la visita del Atlético, la U.E. Vic ya tiene su particular Champions. No porque sonaran sus acordes durante el calentamiento y tras acabar el partido, sino por el sueño con la machada que vivió el Hipolit Planas durante casi 80 minutos.
El 0-0 del descanso ya se festejó como un triunfo, pero cada acercamiento al área, por mal ejecutado que acabara, desataba la locura en vista de que los rojiblancos no sentenciaban. “¡Tienen que sacar a Julián!”, se oía en la grada mientras más de uno se frotaba los ojos al ver cómo la prórroga era una posibilidad cada vez más real. “Y hasta a Griezmann”, se escuchaba más tarde, cuando el grito de “sí se puede” atronaba sin importar a quién sacara Simeone al campo.
Al final se impuso la lógica, pero esos momentos ya no se los quita nadie a estos héroes de la vida que mañana estarán de nuevo en sus trabajos ni a los vecinos que vibraron con ellos. De hecho, pese al sinsabor de ver cómo tenía que ser un penalti a diez minutos del final lo que decantara la balanza, la derrota se celebró con una vuelta de honor al campo de todos los jugadores… mientras volvía a sonar el himno de la Champions. Aunque no lo fuera, en Vic ya saben cómo tutear a uno de sus habituales.