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DAVID G. MEDINA
Actualizado
Primero, Nahuel Molina. Después, Ángel Correa. Los dos argentinos del Atlético pusieron la rúbrica a los goles que voltearon el 1-0 del PSG. Sin duda, el triunfo más importante de los rojiblancos en los últimos meses. Sin duda, una victoria necesaria tanto para enderezar el camino en Champions… como para reforzar a los futbolistas y al propio Simeone.
Es el lateral derecho, en cualquier caso, el que necesitaba más un partido tan redondo. Ya ante Las Palmas mejoró considerablemente su rendimiento, pero lo visto en un escenario tan exigente como el Parque de los Príncipes y con rivales como Barcolá enfrente elevan el nivel y la esperanza de ver al Molina que fue uno de los mejores laterales del campeonato hace dos temporadas.
De ahí que su gol fuera tan celebrado. De ahí que su actuación conjunta en defensa y ataque le valiera para recibir el premio MVP al mejor del partido. Lo recogió sobre el verde, con la felicitación de sus compañeros y una sonrisa de cierta incredulidad para un jugador que sabe que tiene que aprovechar la baja por lesión de Marcos Llorente para hacerse fuerte en la banda que hace poco era suya.
Correa, sólo goles decisivos
No estaba en el momento de Molina un Correa en su permanente pelea por hacerse un sitio compitiendo con jugadores con más fama y peso que él como pueden ser Griezmann, Julián o Sorloth, los dos últimos fichajes de relumbrón el pasado verano. Pese a ello, el 10 no deja de pelear para tener su espacio y qué mejor que hacerlo con goles decisivos… que dan puntos.
Y es que es un caso histórico lo que está haciendo Angelito este curso. Llleva tres goles y todos ellos han llegado pasado el minuto 90 para rescatar puntos para los rojiblancos. Primero, dio la victoria en San Mamés. Luego, rescató un empate ante el Madrid en el derbi. Para acabar, sumó la diana que tumbó al PSG. Tres dianas, cinco puntos, en un campeón que, como Molina, siempre vuelve.