El Atlético de Madrid realizó en 2017 uno de los movimientos más ambiciosos de su historia, con un nuevo cambio de estadio que le ha colocado entre los clubs de Europa con las mejores instalaciones.
Desde entonces, el Metropolitano, se ha convertido en uno de los coliseos referencia en el ‘Viejo Continente’, ya sea por la comodidad de ver el fútbol en él, pero sobre todo por el ambiente que los hinchas colchoneros le han conferido. Al final, los estadios son en buena medida lo que son, gracias a las personas que los habitan, por así decirlo.
El ambientazo que se vivió, sin ir más lejos, en partidos como los del pasado curso ante Real Madrid o en Liga de Campeones, sorprendieron incluso a los jugadores y aficionados de equipos como Inter de Milán o Borussia Dortmund.
El caso es que el estadio del Atlético se tornado en uno de los grandes pilares del club. El CEO del equipo, Miguel Ángel Gil Marín, confirmó recientemente que la construcción del mismo ya está amortizada. Y desde hace ya algunas campañas, el estadio se ha convertido en una fuente de ingresos gracias a los eventos que se realizan en él a lo largo del año, más allá de los propios del fútbol.
Ahora, el deseo del Atlético es el de albergar la final de la Liga de Campeones de 2028, tal y como confirmó el presidente del club colchonero, Enrique Cerezo. “Hemos hecho la propuesta y ahora esperar a ver que dice la UEFA. Ya sería la segunda vez y creo con toda honestidad que no hay en Europa un estadio como el Metropolitano”, subrayó el mandatario colchonero.
EL IMPACTO ECONÓMICO
Efectivamente, de tener luz verde, sería la segunda final de la Liga de Campeones que el nuevo estadio rojiblanco albergaría después de la que disputaron el Liverpool y el Tottenham en 2019. Entonces, que Madrid albergase dicha final supuso un impacto económico estimado superior a los 60 millones de euros en la capital española, que se duplicó hasta más de 120 millones teniendo en cuenta el efecto indirecto.
Y eso, con un coste para el ayuntamiento capitalino estimado en torno a los dos millones de euros a cuenta de tareas de limpieza, la movilización de los cuerpos y fuerzas de seguridad, así como las horas extras que los trabajadores públicos implicados en el evento. En el caso del Atlético, también ganaría varios millones de euros por prestar su estadio para el evento, gracias al canon que tiene fijada la UEFA.
Madrid ya acogió otras finales de la Copa de Europa en 1957, 1969, 1980, 2010 y la mencionada de 2019, la última en este sentido. Las sedes de las que se disputarán en los próximo años ya están decididas Allianz Arena de Múnich en 2025; Budapest en 2026 y seguramente San Siro en 2017. El Atlético pelearía por la de 2028.
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