Por Evaristo Lara
Frank Luntz, reconocido encuestador republicano, proyecta que el discurso de Donald Trump atacando a Kamala Harris en lugar de hacerle llegar a los ciudadanos una alternativa de nación, podría significarle un “suicidio político”.
Durante una entrevista concedida al canal de televisión CNBC, el experto en medir el pulso de la ciudadanía advirtió que los datos de los sondeos muestran cómo la vicepresidenta de la nación parece estar conectando con los estadounidenses inscritos en el padrón electoral que se habían decepcionado tanto de Joe Biden como de Donald Trump.
“Está atrayendo a gente que no está interesada en votar ni por Trump ni por Biden. Así que todo el grupo electoral ha cambiado. Si continúa en esta dirección, hay que empezar a considerar que los demócratas ganen el Senado y la Cámara de Representantes”, expresó.
Bajo dicha perspectiva, vislumbra que los conservadores podrían sufrir un duro revés sino logran reposicionar a la brevedad al magnate neoyorquino.
“Los problemas y las condiciones favorecen a Donald Trump. Debería ganar estas elecciones, pero los atributos favorecen tanto a Harris que no lo hará.
La gente que está ‘indecisa’ se ha volcado hacia Harris. La gente que está ‘débil con Trump’ se ha volcado hacia los ‘indecisos’. Es un cambio amplio”, destacó.
Luntz reconoció estar sorprendido por la fuerza con que irrumpió Kamala Harris en la arena política y un tanto decepcionado por ver a Donald Trump equivocar la estrategia en busca de imponerse en la boleta electoral.
“Tiene una ventaja de intensidad y una ventaja demográfica. Nunca he visto que algo así sucediera en 30 días en mi vida”, refirió en torno a la mujer que aspira a convertirse en la primera presidenta de la nación.
Los consejos de quienes asesoran a la californiana de 59 años para evitar hablar con la prensa y con ello erradicar el peligro de que vaya a emitir algún comentario que la haga ver mal ante los ojos de los votantes, así como las decenas de millones de dólares que recibió a través de donativos, han creado una atmosfera de poder de cara a su prueba de fuego, la cual tendrá lugar el 10 de septiembre cuando debata frente al expresidente de la nación.
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