
Manzanillo.- “Ategua significa vida” es la expresión recurrente en los artistas que una vez maquillaron sus rostros, representaron personajes inimaginados sobre los escenarios y construyen aún una tradición teatral de 45 años a orillas del Golfo de Guacanayabo, desde el nacimiento del proyecto en la Casa de cultura manzanillera.
Sentimiento colectivo es este para quienes en el Día Mundial del Teatro bajan el telón del primer encuentro de generaciones protagonistas de la Agrupación Teatral del Guacanayabo, Ategua, que celebra los 30 años de profesionalización de este símbolo de la dramaturgia sobre las tablas en Manzanillo.
Tres jornadas de encuentros entre artistas que han confluido bajo su hechizo durante tres décadas en los escenarios, al servicio del deleite del público amante del drama, acentuaron la majestuosidad de este digno defensor de las artes escénicas desde la segunda ciudad en importancia de la provincia de Granma.
Palabras de teatristas que pusieron su corazón en esta familia e hicieron aquí realidad sus sueños, como el fundador Oney Matos, Noelia Yaqui, Erenia Tamayo, Maykel Amelia Reyes, Agustín Quevedo, Bárbara Vázquez, Tony León, le califican como capítulo trascendente de su existencia, “pasión que comienza a recibir nuevos bríos, latidos e impulsos”, y que lejos de ser un recuerdo despierta la sensación de que se permanece arriba de las tablas, al decir de Ileana Sotera.


A los imprescindibles el Consejo Provincial de las Artes Escénicas en Granma entregó el reconocimiento por la contribución a cautivar la audiencia, en especial a los instructores de teatro Onay Matos Guerra, creador de Ategua en 1980, y José Elías Gomero Abella, quien guió la agrupación a la profesionalización en 1995.
Durante la cita, fotografías de puestas en escena, premios, vestuarios, elementos escenográficos, cual huellas de una historia que acumula Más de 30 años haciendo arte, referenciaron el abanico de versatilidad de la única agrupación profesional de esta manifestación en Manzanillo.
Las vivencias, experiencias y recuerdos de su transitar como parte de este grupo “guerrillero en el trabajo cultural en la provincia Granma” fueron compartidas en el Panel de Conferencia efectuado en el Comité Municipal de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), las cuales sirven de aliento a su nueva generación a cargo de la actriz Ailed María Mendoza Albo.


El público manzanillero pudo disfrutar de las presentaciones de las obras Cuando fui pájaro, Las penas saben nadar y ¿Cómo el trompo aprendió a bailar?, en la Sala de Teatro Miguel Benavides y la galería de la Asociación de Hermanos Saíz (AHS); también de la actuación del proyecto Rumbahía.
La puerta de oportunidades está abierta para los jóvenes que hoy defienden el arte teatral y levantan el estandarte de Ategua en la escena granmense. Ganas, emprendimiento, deseos de hacer y crear, priman en la generación que, afirma Mendoza Albo, tiene en las manos el compromiso del deber, de mantener en alto el nombre de esta Agrupación Teatral del Guacanayabo y la herencia cultural de más de cuatro décadas que seguirá siendo vida.