Así reaccionó el Barça sin Fàbregas para estar en la Final Four de la Champions

Dika Mem, para muchos ya el mejor jugador del mundo, ha hecho una temporada soberbia y es uno de los grandes responsables para entender que el Barça haya alcanzado la Final Four por sexto año consecutivo. Los porteros siempre lucen mucho en el balonmano y, nuevamente, Emil Nielsen y Gonzalo Pérez de Vargas han punteado el curso con actuaciones maravillosas para alegría del seguidor culé, optimista con estos mimbres en el nuevo asalto a la Champions. Magdeburgo-Aalborg (15.00 h) y THW Kiel-Barça (18.00 h) serán el sábado las semifinales.

En su tercera temporada en el banquillo, Carlos Ortega ya tiene totalmente cogidas las riendas del equipo, de manera que los automatismos fluyen con más naturalidad y, por tanto, los jugadores pueden rendir mejor.

El mérito este año es mayor porque la temporada empezó torcida por la marcha de Ludovic Fàbregas y Luka Cindric y la lesión de larga duración de Domen Makuc, que era el elegido para ser el nuevo central titular. La baja del esloveno precipitó la aparición del joven Petar Cikusa, principal revelación a sus 18 años ayudando en la dirección, ahí con Melvyn Richardson como referencia y Pol Valera, ahora lesionado, en la recámara.

Sea como sea, en palabras de Ortega, el “boquete” que más preocupaba era el que dejaba Ludo, un coloso en las dos áreas, el pivote más completo del mundo, defendiendo en el centro junto a Thiagus Petrus y como gran referencia en ataque.

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En ese sentido, yendo de menos a más, a menudo haciendo ese trabajo en la sombra que luce menos pero igualmente necesario en el engranaje del equipo, Luis Frade, Jonathan Carlsbogard y Javi Rodríguez han dado un evidente paso adelante para cubrir con éxito las tareas de Fàbregas y, por tanto, han crecido mucho como jugadores, hasta el punto de que forman otra clave importante de la nueva presencia del Barça en Colonia.

“Tuve un año de aprendizaje, luego dos con Ludo, en uno de ellos tuve una lesión un poco dura y ahora he llegado aquí. El club ha apostado por mí y yo he respondido, este año he tenido suerte y me están saliendo bien las cosas, así que hay que seguir”, afirma Frade, que ha roto definitivamente el cascarón como pivote titular en ataque, amén de ayudar de ‘2’ en la defensa.

“Puede ser que sí. El equipo te necesita y tienes que responder de alguna manera, quizás con la presión que me cayó encima yo he dado un paso adelante, no sé. Sé que lo estoy haciendo bien y, de momento, quiero seguir así”, responde el portugués, cuya felicidad es completa por el reciente nacimiento de su hijo.

“El equipo te necesita y tienes que responder de alguna manera, quizás con la presión que me cayó encima yo he dado un paso adelante”

Luis FradePivote del Barça de balonmano

“La presión la tenía más por eso”, sonríe Luis. “Tener a mi mujer embarazada con más de 37 semanas a la altura de la Final Four no habría sido muy cómodo. Pero Gonçalo ha nacido ya, en plena Copa del Rey, y quiero dar las gracias al club y todo el equipo por dejarme asistir al nacimiento de mi hijo. Ya no tengo la presión de que podía nacer en cualquier momento, estoy contento y preparado. Después de un mes preparándonos, tengo ganas ya de Final Four”, explica Frade, de 25 años, renovado hasta 2026 más una tercera temporada opcional.

“Queremos ganar la Champions, es el objetivo del año, pero no es fácil. El Kiel es un equipo muy bueno, pero nosotros queremos ganar esa semifinal y meternos en la final”, tercia Carlsbogard, primer relevo de Fàbregas en defensa y cada vez con más minutos como lateral izquierdo.

“Este año tengo más confianza de Carlos. Juego mucho más que los primeros meses, en defensa, en contraataque, también en ataque, por eso mejoras con el paso de los días y las semanas. Ahora estoy contento en ataque y defensa”, señala el sueco, cuyo rendimiento le ha valido una ampliación de contrato hasta 2028.

“Durante cinco años Ludo estuvo ahí, pero ahora no y necesitábamos mejorar ahí, con Thiagus y todo el equipo”

Jonathan CarlsbogardLateral del Barça de balonmano

“Tras la marcha de Ludo, necesitábamos mejorar en defensa. También con Javi, pero juego mucho tiempo con Thiagus en el centro de la defensa. Durante cinco años Ludo estuvo ahí, pero ahora no y necesitábamos mejorar ahí, con Thiagus y todo el equipo. Creo que hemos dado un paso adelante”, insiste Jonathan, de 29 años.

El principal rol de Javi Rodríguez, fichado hasta 2026, es dar descansos a Frade en ataque y a los titulares del centro de la defensa, Petrus y Carlsbogard. Y sus minutos son cada vez de mayor calidad. 

“Me siento bien, ahora me siento más importante en el equipo, pero en la Champions los partidos son muy complicados e intentaré ayudar al equipo lo máximo posible. En Colonia no hay favoritos. El Kiel es un histórico del balonmano y, aunque estén haciendo una temporada irregular, van a ir al 100%. Esa semifinal es nuestra primera final ahora mismo”, asegura Rodríguez.

“Cuando fichas por un club como el Barça son por cosas como esta, competiciones como la Final Four que juegan todos los años últimamente. No he estado nunca en Colonia y lo vivo con muchas ganas. Por todo lo que me han dicho, es una pasada. Tenemos el objetivo de llevarnos el título”, asegura Javi, ya metido de lleno en la órbita de la selección española de Jordi Ribera.

“Me siento bien, ahora me siento más importante en el equipo. Me han dicho que Colonia es una pasada y yo intentaré ayudar lo máximo posible para llevarnos el título”

Javi RodríguezPivote del Barça de balonmano

“Con 21 años poder entrar en la lista de la selección es un orgullo, es por lo que trabajo día a día. Pocos deportistas pueden decir que han estado en los Juegos. Lógicamente, es mi objetivo, pero esta semana tenemos otro objetivo, así que primero estamos centrados en la Final Four”, avisa Rodríguez.

“Son los jugadores los que trabajan mucho”, recuerda Carlos Ortega. “Tú puedes confiar en un jugador, pero ellos tienen que poner su parte de trabajo. Javi ha tenido altibajos y, de hecho, en diciembre pasó a ser el tercer pivote. Ha aprovechado bien la baja de Jaime, nunca se ha venido abajo, ha trabajado mucho, en defensa cada vez es más fiable y en ataque tiene que mejorar el lanzamiento, pero no hay que olvidar que es un jugador de 21 años. En el Barça todo jugador nuevo necesita al menos un año de garantía porque la camiseta del Barça pesa mucho, es muy difícil jugar y Javi antes de un año ya está ayudándonos, es muy buena señal. El año que viene tiene que dar todavía un paso más adelante”, añade el técnico azulgrana.