Después de hacer unos trompos en la recta principal del circuito de Yas Marina, Lewis Hamilton se bajó por última vez del Mercedes. La próxima que se suba a un Fórmula 1 lo hará en un Ferrari y vestido de rojo, pero la de Abu Dhabi no fue la despedida del británico de la marca de la estrella, o al menos no la única… Porque después realizó un tour que le llevó por diferentes puntos clave de la firma alemana para decir adiós en cada uno de forma muy sentida tras toda su carrera corriendo para Mercedes desde que debutó con su motor en McLaren en 2007.
“Esto es realmente todo. Después de Abu Dhabi, Kuala Lumpur y Stuttgart, todo termina aquí. Este ha sido mi hogar. A las miles de personas que trabajan en Brackley y Brixworth, han sido amigos y compañeros de equipo y no puedo agradecerles lo suficiente por todo el trabajo duro y el apoyo”, escribía Hamilton en Instagram haciendo un repaso de su gira de despedida que le llevó a la sede de Petronas (principal socio de la escudería) en Malasia, a la de Mercedes en Alemania y a las dos del equipo en Gran Bretaña.
A través de sus redes sociales, Mercedes mostró el discurso que dio Sir Lewis en sus fábricas, empezando por la de la unidad de potencia en Brixwoth: “Mercedes ha cambiado mi vida. No sabía que habría tanta cantidad de gente con la que trabajaría y que serían los que me llevarían a este viaje y a ganar cosas así. Siempre miraré a las pantallas y veré dónde estáis, y siempre os desearé lo mejor. Creo en vosotros y estoy muy orgulloso de todo el éxito que hemos tenido y de saber que fui al menos una parte del sueño que estáis viviendo también. Muchas gracias y todo mi cariño. Y espero, como he dicho, poder volver dentro de unos años”.
Y el de Brackley, la instalación de la escudería que viaja a los grandes premios, fue similar, pero con otros matices. “Sabéis que me voy, pero vais a seguir teniendo mucho éxito porque este es un grupo increíble de gente, con mucho talento y pasión. Cualquiera sería afortunado trabajar con vosotros. Espero que cuando deje de correr venga a visitaros y siempre podremos recordar nuestro viaje”, decía Hamilton mientras Toto Wolff y George Russell escuchaban a su lado como uno más las palabras del heptacampeón.
“No ha habido ningún piloto en el mundo que haya tenido esta experiencia con el equipo y eso hace más difícil dejarlo marchar. Pero me llevo los mejores recuerdos, habéis vivido mi sueño y espero haber vivido también parte de los vuestros. Gracias desde el fondo de mi corazón y por la dedicación de todos estos años”, cerraba Lewis, al que después de su discurso le pasearon con un Mercedes descapotable entre los miembros de la fábrica y le despidieron por todo lo alto con una traca final de fuegos artificiales. La ocasión lo merecía.
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