Por Phil Helsel — NBC News
Un juez federal de California otorgó más de un millón de dólares a dos hermanos menores de edad a los que Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) retuvo en 2019, a pesar de que son ciudadanos estadounidenses, según muestran los registros judiciales.
La mayor parte de esa compensación será para la niña, entonces de 9 años, que estuvo retenida durante alrededor de 34 horas después de que ella y su hermano de 14 años fueran detenidos mientras iban de México a California por el cruce fronterizo de San Ysidro.
El juez de distrito Gonzalo Curiel concedió el viernes 1.1 millones de dólares a la niña, 175,000 dólares a su hermano ―quien fue retenido durante unas 14 horas― y 250,000 dólares a su madre, Thelma Medina, según muestran los registros. La familia presentó la demanda en 2022.
Curiel escribió en su dictamen que la detención de los niños violó la Cuarta Enmienda de la Constitución, que protege a los estadounidenses contra registros e incautaciones irrazonables.
“El Tribunal concluye que la conducta de Estados Unidos fue extrema e indignante”, escribió el juez. “Tampoco se pensó en las probables consecuencias que tendría para los niños el retenerlos durante 14 y 34 horas”.
La detención de los menores
Los niños vivían con sus padres en Tijuana, México, pero nacieron en Estados Unidos y son ciudadanos estadounidenses que estudiaban a una escuela de San Ysidro, California, según documentos judiciales.
Los hermanos fueron detenidos el 18 de marzo de 2019, mientras usaban el puente peatonal, después de que un oficial de CBP vio lo que el oficial pensó que era un lunar en la foto de la tarjeta de pasaporte de la hermana, cuando ella no tiene ningún lunar, según los documentos judiciales.
A los niños los interrogó un agente “que tenía fama de obtener confesiones”, según el juez Curiel. El menor dio una respuesta incorrecta sobre la fecha en que él y su hermana habían cruzado juntos por última vez, y ella fue llevada entonces a una entrevista a solas.
La familia de los menores aseguró en la demanda que la niña fue presionada para que dijera que era otra persona, una prima suya.
“No fue razonable detener a una niña de 9 años y a otro de 14 bajo sospecha de que eran falsos ciudadanos mientras su madre y la madrina de Julia trataban de localizarlos, y sin hacer ninguna otra investigación durante más de 5 horas, en plena jornada laboral”, añadió Curiel.
“33 horas de terror”
Mientras su hijo estaba bajo custodia, Medina intentó en vano obtener respuestas del CBP. Se puso en contacto con la policía de Coronado, California, y también llamó al Consulado de México suplicando ayuda, según la demanda.
La demanda de Medina calificó el momento de la separación de sus hijos como “33 horas de terror”. Alegó que, durante el tiempo que su hija estuvo bajo custodia, la niña “preguntaba por sus padres y su hermano, y lloraba a menudo”.
Sufrió pesadillas nocturnas tras ser puesta en libertad y tuvo que acudir a un terapeuta, de acuerdo con los documentos judiciales.
Un portavoz del CBP no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios el miércoles por la noche.
Un juicio sin jurado se celebró en marzo. Curiel concluyó en su fallo que el Gobierno fue responsable de detención ilegal, imposición intencional de angustia emocional y negligencia.
Medina apuntó en un comunicado a través de su abogado el miércoles: “Estamos muy agradecidos al juez Curiel por preocuparse por lo que le pasó a mis hijos”.
El abogado de la familia, Joe McMullen, dijo que después de que el incidente salió a la luz, “el liderazgo de CBP no tomó ninguna medida para investigar o corregir ese comportamiento”. Añadió que ningún otro niño debería ser tratado como los hermanos.
El puerto de entrada de San Ysidro es el cruce terrestre con México más transitado de Estados Unidos. Por él pasan cada día un promedio de unos 70,000 pasajeros de vehículos y y 20,000 peatones en dirección al norte, según el Gobierno.
