Cuando escuchamos el término “dieta militar” es normal pensar que se trata de un método que prepara a los soldados para el campamento de entrenamiento. Ahora bien, no es del todo así. Es más, “carece de cualquier afiliación con el ejército y no se adhiere a los principios nutricionales empleados en las prácticas militares reales“.
O al menos así lo ha explicado Nichole Andrews, dietista oncológica y autora de Sugar Does Not Feed Cancer, a ‘Esquire‘. Lo más importante es tomarse la dieta como algo positivo y no pasar hambre, puesto que esto suele desencadenar un efecto rebote y comer ciertos alimentos que te gusten.
En profundidad
Su duración debe ser de tres días máximo, y con cuatro de descanso entre una y otra si se quisiera repetir. Entre otras cosas, consiste en suprimir las comidas a media mañana y merienda -se pueden sustituir por café o infusión-, y en la restricción de determinados tipos de alimentos y calorías de las que podemos prescindir unas horas.
Entre los alimentos básicos que incluye esta dieta cabe destacar el atún (mucha proteína y nada de grasa), el pollo (gran cantidad de proteínas), el brócoli (especialmente para deportistas), la piña (ayuda a perder peso y es diurética) y los frutos secos (poder saciante).
Más detalles
También tiene como pilar algunos productos de origen vegetal en forma de frutas como la manzana o verduras como las zanahorias. Por si esto fuera poco, hay espacio para el pan -ha de ser integral- y el queso de diferentes tipos (queso fresco, requesón…).
A continuación, un ejemplo de la alimentación elaborado por ‘MensHealth‘ durante los tres días:
- Día 1. El desayuno puede ser una rebanada de pan tostado con crema de cacahuete o aceite de oliva. Es recomendable tomar bebida con algo de cafeína. Para comer, una tosta de pan integral con una lata de atún en conserva y una taza de té o café. Para cenar, una ración de carne roja magra o blanca con guarnición de judías verdes. De postre, medio plátano.
- Día 2. El desayuno puede ser una tosta de pan integral con un huevo cocido y una mitad de plátano. Para comer, un huevo cocido y grasas buenas, una taza de queso fresco y cinco galletas saladas. Para cenar, carne magra, junto a una taza de brócoli, media taza de zanahorias y medio plátano.
- Día 3. El desayuno puede ser una loncha de 30g de queso cheddar, cinco galletas saladas, una manzana pequeña. Para comer, solo una rebanada de pan tostado (integral) y un huevo duro. Para cenar, una lata de atún en conserva, medio plátano y 340g de helado de vainilla proteico.
Recomendaciones
Cabe destacar que este tipo de dietas funcionan a corto plazo y no es aconsejable seguirlas durante mucho tiempo, sin consultarlo con un especialista. Mientras la estás llevando a cabo, debes tomar dos litros de agua diarios para hidratar el cuerpo y eliminar las toxinas que no necesitas. El resto de días solamente debes seguir una dieta equilibrada, sin excesos.