En Guadalajara, México existe la creencia de que en el año 1840 un vampiro acechaba las calles de la ciudad y que al morir, fue enterrado en un panteón de la ciudad.
Su morada final estaría marcada por un árbol ubicado en un panteón que supuestamente tiene casi 200 años y que guardaría al tenebroso ser. Es por ello que el lugar es visitado por curiosos y escépticos.
La leyenda indica que por las noches en las ramas del arbusto corre sangre.
Lo conocen como ‘el árbol del vampiro’ y según el mito, todo comenzó en el siglo 19 cuando por las noches un ser obscuro acechaba las calles de Jalisco.
Al amanecer se encontraban cuerpos de personas como de animales con dos orificios en el cuello sin rastros de sangre”, relató Alejandro Bernal, guía de turistas.
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Según cuentan durante dichos años un día las familias de las víctimas se armaron de valor, lo atraparon y le dieron muerte en el lugar.
Un joven al pasar cerca de un árbol arrancó una rama, y con machete en mano le sacó una punta, improvisando una estaca. La enterró en su corazón, atravesó su cuerpo y de esa rama salió el árbol”, contó Bernal.
Se trata del Panteón de Belén, donde el cuerpo del supuesto vampiro descansa junto a más de 10 mil cuerpos que comenzaron a sepultar en 1833.
“Contamos con una gran cantidad de leyendas que se han creado a partir propiamente de la arquitectura de los monumentos o de las circunstancias que estos presentan. Tenemos justamente ‘el árbol del vampiro’, el pirata y el de los enamorados”, añadió Julio Herrera, director del panteón.
Aunque el viejo árbol sigue siendo una de las mayores atracciones, los turistas se toman fotos y hasta le han cortado ramas para ver si sangra, por eso tiene ya una reja de protección.
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“Es increíble pensar que de una estaca haya salido un árbol y que la sangre del vampiro sea parte de ese nutriente que le dio vida al árbol”, comentó el turista Felipe Vázquez.
Se sienten hasta nervios porque es algo que había estado desde que estaba muy chiquillo, desde que tenía ocho años”, contó Arim García.
La leyenda señala que el árbol de casi 200 años, evita que el Conde Baldor, como conocieron al primer vampiro registrado en este país, salga de su tumba a cobrar venganza. Algo que podría ocurrir, según la misma historia, cuando el árbol se seque o caiga.
El mito atrae a tanta gente que incluso ya se realizan visitas nocturnas los finas de semanas.
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