WASHINGTON-
La nueva política de la administración Biden, anunciada el martes, ofrece un camino hacia la naturalización para los casi medio millón de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin estatus legal pero que están casados con ciudadanos estadounidenses, para ellos y sus hijos.
Es una de las políticas de inmigración más radicales del presidente Joe Biden y los defensores de los inmigrantes han ejercido mucha presión sobre la administración para que la apruebe.
Una mirada a la nueva política, a quién beneficiará y cómo:
¿Cómo eran las cosas antes?
Según la ley de inmigración de los Estados Unidos, si un estadounidense está casado con un no ciudadano pero vive en los Estados Unidos, puede ser un proceso simple solicitar la residencia permanente para el cónyuge, conocida como “tarjeta verde”.
Pero si el cónyuge ha estado viviendo ilegalmente en Estados Unidos durante mucho tiempo, el proceso se vuelve mucho más complicado.
A menudo tienen que salir y presentar su solicitud desde su propio país. Dependiendo de cuánto tiempo una persona haya vivido en los Estados Unidos sin autorización, puede permanecer en el extranjero de tres a 10 años antes de solicitar el regreso. Pueden solicitar una exención para no tener que esperar demasiado en el extranjero, pero también les lleva un promedio de tres años y medio obtener el beneficio.
Deben salir del país, ir a un consulado (donde las esperas pueden ser largas) y obtener permiso para regresar a Estados Unidos.
Elizabeth Taufa, abogada y estratega de políticas del Centro de Recursos Legales para Inmigrantes, dijo: “Existe el riesgo de una separación prolongada, especialmente si las cosas se complican”.
Ante la perspectiva de dejar a sus familias en Estados Unidos para un largo proceso que puede no tener éxito, muchos han decidido quedarse y vivir escondidos.
¿Cómo cambiará Biden la política de inmigración?
Según la nueva política, muchos cónyuges sin estatus legal ahora pueden solicitar la residencia permanente legal sin salir de Estados Unidos y eventualmente encontrar un camino hacia la naturalización. Pero esta no es una aprobación automática.
Para ser elegible, las personas deben haber vivido en los Estados Unidos durante al menos 10 años, no representar una amenaza para la seguridad y estar casadas antes del 17 de junio de 2024. Deberían solicitar al Departamento de Seguridad Nacional solicitudes basadas en hechos, escribió el departamento en una hoja informativa que describe la nueva política. Las mujeres inmigrantes no pueden entrar al país con antelación ni tener un permiso.
Según el anuncio de Biden, los solicitantes serán examinados en busca de antecedentes migratorios, antecedentes penales y otros aspectos, incluido un posible fraude.
Una vez que el Departamento de Seguridad Nacional aprueba la solicitud, el individuo tiene tres años para solicitar la residencia permanente y puede obtener un permiso de trabajo por hasta tres años.
Según el grupo de defensa de la inmigración FWD.us, alrededor de 1,1 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos están casados con ciudadanos estadounidenses. El gobierno cree que con el tiempo alrededor de la mitad de esa cifra (unos 500.000) podrían calificar para el programa, así como alrededor de 50.000 de sus hijos.
En promedio, las parejas viven en Estados Unidos durante poco más de dos décadas, dijo la Casa Blanca. Un alto funcionario de la administración dijo a los periodistas durante una conferencia telefónica que esperan que la mayoría de las personas que se beneficiarán del programa sean de México.
¿Cómo encaja esto con las otras políticas de inmigración de Biden?
Durante el último año y medio, la administración Biden ha seguido una estrategia bipartidista en materia de inmigración y seguridad fronteriza.
Por un lado, Biden ha dificultado mucho más la búsqueda de asilo en la frontera sur e intensificó la deportación de quienes no cumplen los requisitos de estancia. Los defensores de los inmigrantes criticaron la decisión de Biden este mes de congelar las solicitudes de asilo cuando se alcanzaba un cierto número de llegadas diarias a la frontera sur.
Por otro lado, el gobierno tomó una serie de medidas para dar la bienvenida a la gente al país.
El ejemplo más obvio es un programa creado por el gobierno el año pasado que permite a personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela llegar a Estados Unidos, hacerse controles y volar a un aeropuerto estadounidense si tienen un patrocinador financiero. A finales de abril habían llegado a través del programa 434.800 personas de estos cuatro países.
Muchos defensores han presionado al gobierno para que haga más por los inmigrantes que han estado viviendo en Estados Unidos ilegalmente durante décadas.
¿Qué cambiará en el programa “dreamers”?
Además de la política para los cónyuges inmigrantes, el gobierno también anunció cambios para ayudar a aquellos en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) a obtener visas de trabajo atrasadas desde hace mucho tiempo.
En 2012, la administración Obama ofreció protecciones contra la deportación y permisos de trabajo temporales a personas traídas ilegalmente a Estados Unidos por sus padres cuando eran niños. Muchos de ellos, conocidos como “dreamers”, ahora son padres.
Muchas empresas que emplean a beneficiarios de DACA pueden solicitar visas de trabajo, que son más estables y brindan un camino hacia la residencia permanente, dijo Dan Berger, investigador de inmigración de la Facultad de Derecho de Cornell que fundó Path2Papers. Los “dreamers” procesan visas de trabajo y otras formas de obtener la residencia legal permanente.
Pero para obtener una visa de trabajo, un beneficiario de DACA debe viajar al extranjero, solicitarla y recibir una exención para volver a ingresar a los Estados Unidos. Berger dijo que el proceso de exención es lento y ofrece poca orientación, por lo que los empleadores y los beneficiarios de DACA se muestran reacios a intentarlo.
“Tener una dirección clara y unas expectativas claras es realmente útil”, afirmó.
¿Qué sigue?
El Departamento de Seguridad Nacional debería desarrollar directrices sobre cómo debería funcionar el programa conyugal. Biden dijo durante un evento el martes que el programa entraría en vigor a finales del verano.
Todas las solicitudes son revisadas por los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos, una agencia del Departamento de Seguridad Nacional. Históricamente, la agencia ha tenido dificultades con la financiación para reducir los retrasos y los tiempos de espera.
Los republicanos y los opositores a la inmigración han criticado duramente la propuesta, y es casi seguro que sus opositores presentarán una demanda para detenerla.
