Aunque el encuentro de LaLiga entre Valencia y Real Madrid, programado para el sábado, fue pospuesto, los otros ocho partidos de la liga se llevaron a cabo como estaba previsto. Ancelotti expresó su preocupación por la tragedia que ha afectado a la región y comentó que es difícil hablar y jugar al fútbol en estos momentos: “Estamos muy cerca de Valencia y de todos los pueblos afectados. Esperemos que esto se resuelva pronto.”
Ancelotti describió la semana como “una tragedia” y dejó claro que la situación del país influye en sus pensamientos y en los del equipo. Aunque los jugadores estaban motivados por ser profesionales y prepararse para los encuentros, reconocieron que la mente no está completamente en el trabajo debido a los acontecimientos. Diego Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, también se posicionó en contra de continuar con los partidos, alegando que no tiene sentido jugar en medio de una crisis humanitaria.
El entrenador del Real Madrid enfatizó que, a pesar de ser un evento deportivo, el fútbol tiene lugar en un contexto más amplio: “Es una fiesta y puedes celebrarla cuando las cosas están bien. Cuando no están bien, no deberías celebrar.” Ancelotti subrayó que la capacidad de decisión de los cuerpos técnicos es limitada en estas circunstancias, señalando que “el poder que tenemos es igual a cero”.
Además, Ancelotti hizo frente a las preocupaciones sobre el estado emocional de Vinícius Júnior tras no haber ganado el Balón de Oro, afirmando que el jugador se siente triste por la situación en Valencia y no por sus logros individuales. “Vinícius está bien”, aseguró Ancelotti, destacando que su concentración se mantiene en los entrenamientos y en el bienestar de aquellos afectados por esta tragedia.