A casi un año de la inesperada partida de Matthew Perry, la familia del actor de Friends comienza a compartir recuerdos de sus últimas conversaciones.
En una reciente entrevista con Today, Suzanne Morrison, madre de Perry, revela un conmovedor diálogo con su hijo, quien le aseguró poco antes de fallecer: “Ya no tengo miedo”. Para Morrison, esas palabras, dichas en un momento de alegría inusual y sincera cercanía, ahora suenan proféticas.
En sus últimos días, Perry pareció estar en paz consigo mismo y sus experiencias de vida. “Curiosamente, pasó por una etapa justo antes de morir en la que me mostraba una de sus nuevas casas.
Me miró y dijo: ‘Te amo tanto y estoy tan feliz de estar contigo ahora’”, recuerda Morrison.
Este momento de ternura entre madre e hijo se convirtió en un último consuelo, ya que Perry había librado largas batallas contra la adicción y el dolor emocional que lo aquejaron durante años.
A pesar de sus luchas, Perry logró estar sobrio durante un año antes de su muerte. No obstante, la tragedia llegó en forma de una sobredosis de ketamina, un suceso que devastó a su familia.
Las autoridades han investigado los hechos, y recientemente, cinco personas enfrentan cargos criminales por el suministro de la sustancia que provocó la muerte de Perry, incluido su asistente personal y dos médicos. “Estamos desconsolados, pero agradecidos de que se haya tomado el caso de Matthew con tanta seriedad”, expresó la familia en un comunicado.
El testimonio de su madre muestra una faceta distinta de Perry, una más allá de la fama y el humor característico que lo llevó al estrellato en Friends. Para quienes lo conocieron, su partida no solo deja un vacío, sino también una reflexión sobre la vida, el perdón y la paz que puede encontrarse incluso en las circunstancias más difíciles.
Como sus palabras finales insinuaron, Perry enfrentó su destino con una calma que, en medio de su trágico final, brinda consuelo a sus seres queridos.
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