La mejor manera de explicar el cambio que supone pasar del Museo del Teatro al Museo de las Artes Escénicas es pensar en que Almagro estrena un nuevo museo. Acceder al Palacio de los Maestres de Calatrava implica pasar a un espacio que no recuerda en nada al que se pudo ver en 2023, antes de que cerrara este entorno para las obras de renovación. La intención detrás de la obra es plantear opciones y diseñar un espacio museístico que sea capaz de condensar en sus paredes, el movimiento y la fuerza de las artes escénicas.
Por este motivo, lo primero que llama la atención es una gran pantalla, bajo la cual se encuentra el acceso a la exposición permanente del Museo, desarrollada como un gran cubo interior, distribuidas en varias plantas, donde se ocupan todos los espacios y desde el que distribuyen las salas. Se arranca con las artes escénicas del siglo XXI, una de las novedades, y a partir de ahí se ofrece un viaje al visitante al teatro clásico, incluyendo un texto manuscrito de Calderón de la Barca, y a Grecia, que está expuesta sobre el techo con un audiovisual que impacta. A este recorrido, se suma un espacio dedicado a cómo se representa la naturaleza en las artes escénicas, el agua, el aire, la tierra y el fuego, como elementos claves que se representan sobre el escenario de un teatro. La visita concluye en el patio para ver la maquinaria empleada en la antigüedad y con una mirada a una de las grandes exposiciones que tuvo el Museo del teatro, la obra Fragmentos del Alma, que pudo verse en 2019.
Un 0,2 por ciento expuesto
Por hacer una idea de lo grande que es el patrimonio del Museo de Artes Escénicas, la directora, Beatriz Patiño, recuerda que solo se expone el 0,2 por ciento de las 17.500 piezas que hay en la actualidad. Esta cifra no para de crecer, sobre todo con el cambio de nomenclatura, al pasar de Museo del Teatro, a albergar todas las artes escénicas, danza y circo, que se irán incorporando paulatinamente. «Siempre desde la calma, sin parar, porque requiere mucho estudio, mucha investigación y es un proceso muy lento», recordó Patiño, a quienes ver ya representados elementos circenses, por ejemplo.
Convertir el movimiento de las artes escénicas en museo – Foto: Rueda Villaverde
Por este motivo, no hay en el nuevo espacio hueco para las exposiciones temporales. La intención, explicó Patiño, es llevarlas a la iglesia de las Bernardas, un espacio desacralizado que ya ha sido escenario en el Festival Internacional de Teatro de Almagro y que el Inaem ha alquilado. Además, el objetivo es que la exposición permanente esté viva, «Por la naturaleza de los materiales que contiene el museo, va a tener un carácter rotatorio, sobre todo para garantizar la conservación», indicó Patiño, que apuntó la intención de cambiar lo expuesto cada seis u ocho meses. «Eso nos va a permitir que seamos una institución viva y que podamos ir conociendo los fondos que están depositados». La idea, recordó Ángel Martínez, comisario de la exposición permanente, es que si ahora hay un acto 1 expuesto de una obra, después se exponga el dos, y evitar que se pierda la intencionalidad con la que se ha diseñado este espacio.
Además, el gran depósito, será una de las novedades en los próximos años, ya que la intención es ampliar el Museo con un depósito visitable, al haber adquirido los palacios maestrales, creando una galería visitable con todo el patrimonio que alberga este museo.
Tres años y más de un millón
La obra ha costado un millón de euros y han sido tres años de desarrollo, indicó Patiño, recordando que el proceso visual, desde que se cerró hasta su reapertura ha sido año y medio, y la otra mitad del tiempo se fue en el trabajo «sobre la mesa» el estudio necesario y la investigación para saber por dónde enfocarlo.
Detrás del cambio hay multitud de nombres. Encabezados por los arquitectos Jesús Donaire y María Milans del Bosch, que dan un toque manchego a la obra, porque Donaire es malagonero. Además, se ha contado con la ciudadrealeña Rosa García Andújar, último premio de Figurinismo de la Asociación de Directoras y Directores de Escena de España, que es la encargada del vestuario del personal de sala. Mientras, detrás de los vídeos se encuentra el artista Álvaro Luna; de la sonoridad, Luis Miguel Cobo; de la iluminación, Juan Gómez Cornejo; y de las máquinas que pueden verse en el patio se ocupa Miguel Ángel Coso. Todos artistas de renombre para el cambio de la institución.
La inauguración de este jueves guarda cierto simbolismo, si se tiene en cuenta que en 2004, el rey Juan Carlos I fue el encargado de inaugurar el Museo del teatro, y en 2025 ha sido el rey Felipe VI el encargado de inaugurar el Museo Nacional de Artes Escénicas. «Este museo, hasta ahora, no estaba creado como tal, y ahora se ha creado por real decreto tal y como establece la Ley de Patrimonio», indicó la directora del museo, quien apuntó que, ahora, adquiere personalidad jurídica propia, y «además se ha constituido un patronato con expertos y asesores técnicos en materia tanto de las artes escénicas como museografía», por lo que hay mucho simbolismo detrás.
Modernidad a un siglo de historia
Del antiguo museo «queda bastante», apuntó la directora, señalando que el siglo XX era lo fundamental de la exposición anterior. «Cortezo, Burgos, todos ellos tienen que estar presentes porque tuvieron un papel fundamental», pero «se ha ido complementando con otras piezas que en ese momento no estaban». En este sentido, Martínez recordó la importancia del trabajo del antiguo director Andrés Peláez al que se le debe «muchísimo porque ha hecho una labor tremenda de recopilar y de que la institución esté viva».
Desde la visión de Peláez parte el museo al que se le han dado las necesidades que pide la sociedad actual a un espacio como este. «Me faltaban imágenes en movimiento y me faltaba sonido», indicó Martínez, que eran dos conceptos que tenía claro de cara al cambio, primero porque el vídeo abre la puerta a exponer muchos de los fondos del museo; y segundo, por la experiencia que crea en el espectador. «Las artes escénicas son en movimiento» y, en este sentido, el espacio dedicado a ellas guarda similitudes con el arte con «imágenes en movimiento, vídeos y espacios sonoros» y hasta iluminación, que «abraza» la escenografía que plantea el nuevo museo.
A partir de este jueves se abre un espacio que tiene mucho futuro por delante. Por este motivo, Patiño resalta el papel que tendrá el patronato. En él hay «expertos en circo, en teatro, en danza» y «eso lo que va a hacer es que el museo se vaya enriqueciendo con obras que hagan referencia a todas las artes escénicas». Además, la intención es seguir trabajando en «la utilización de la tecnología» para que se sumen elementos al museo y se cree «un instrumento didáctico a la hora de hacer el recorrido de la exposición».