De vuelta al 4-3-3. Un regreso al futuro para recuperar el Madrid del pasado. Sin Tchouameni, prácticamente todos los debates se resuelven solos. Primeramente, porque el pivote queda en manos de Camavinga, un futbolista al que la afición reclama con asiduidad y que, esta vez, ejerce sin competencia. Y segundo, porque la ausencia de efectivos casi empuja a que tenga que entrar un futbolista en ataque. Y ese será Rodrygo, que volverá a la banda derecha, una vez se ha recuperado de sus molestias en los isquios de la pierna derecha.
La alternativa era dar entrada a Modric, titular en dos de los últimos tres partidos (Dortmund y Milan; salió desde el banquillo en el Clásico). El croata, como todo el equipo, no termina de encontrar su mejor versión y este sábado comenzará desde el banquillo. El centro del campo será para Bellingham y Valverde. El Halcón se encuentra recuperado de sus molestias y volverá a ejercer desde el inicio. En caso de recaída, es donde entraría Luka.
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Vinicius, apercibido
Atrás no hay novedades. Aún no está Courtois, por lo que la portería será para Lunin. Y sin casi efectivos en el banquillo (Vallejo, Asencio y Fran García), la línea será para Lucas Vázquez, Militao, Rüdiger y Mendy. En punta, Vinicius y Mbappé. El brasileño es el único apercibido: de ver una amarilla, cumpliría el primer ciclo, no jugando en Butarque. Mientras que Kylian reaparece tras su segunda no convocatoria con Francia y sabedor de que no está cumpliendo las expectativas. De esta manera, la posible alineación del Real Madrid es: Lunin; Lucas Vázquez, Militao, Rüdiger, Mendy; Camavinga, Valverde, Bellingham; Rodrygo, Vinicius y Mbappé.
