Con una alta asistencia se desarrolló la octava y última sesión educativa que, durante todo el año, organizó el Centro Universitario para la Salud y el Bienestar (CUSABI) y el Laboratorio Disciplinar de Nutrición, dependiente de la Facultad de Ciencias de la Salud.
En esta ocasión, la actividad se tituló “Cómo disfrutar de una alimentación flexible y saludable” y estuvo a cargo de la estudiante en práctica de la carrera, Karen González Olmos, quien compartió información referida a hábitos alimentarios para mantener una vida activa y una buena salud. En este contexto, aclaró algunos conceptos, tal como el de “alimentación flexible”, al precisar que es aquella que está mayormente basada en productos de origen vegetal, como frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, y frutos secos. En menor medida o porción en alimentos de origen animal, como carnes rojas, blancas, pescados y también lácteos y huevos.
“Recomiendo este tipo de alimentación por sus beneficios en la salud, ya que al incorporar a nuestra dieta productos que sean de origen vegetal por sobre los de origen animal, como aquellos ricos en lípidos, obtenemos aceites esenciales como el omega-3, un potente protector cardiovascular, el cual podemos encontrar en alimentos como la palta, aceitunas, semillas y el pescado. Además, incluir más vegetales a la dieta, está relacionado con un menor riesgo de enfermedades intestinales, como también menor riesgo de desarrollar diabetes mellitus, mejorar la presión arterial y disminuir el peso corporal”, dijo la estudiante.
En relación a quién podría desarrollar este tipo de alimentación, precisó que ello dependerá de varios factores, como por ejemplo, qué tan comprometida está la persona con su alimentación, y su relación con ella. Aunque lo positivo de esta dieta es que no es estricta, por lo tanto, si un día se desvía de ella, no pasa nada. “Es parte también de llevar una alimentación flexible, hay que disfrutar del proceso”, comentó Karen González.
Hizo especial énfasis en que, como somos seres psicosociales complejos, y cada uno enfrenta diferentes desafíos, en general, la alimentación saludable requiere de tiempo, paciencia, autoconocimiento, saber qué nos afecta, y cómo manejarlo.
“Una alimentación saludable, a mi parecer, se acerca bastante a la alimentación flexible, ya que de apoco podemos ir disminuyendo el consumo de alimentos que no son beneficiosos para nuestra salud, mientras incorporamos opciones más nutritivas y que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos. Ser conscientes con nuestra alimentación es primordial en este proceso”, sostuvo la estudiante, quien recalcó la necesidad de incorporar la práctica de ejercicio físico para alcanzar una vida equilibrada.
La nutricionista María José Silva Montenegro, académica de la asignatura de Práctica Profesional en el área de Atención Primaria de Salud en el Cusabi de la UPLA, subrayó que este espacio ha sido una instancia para educar a la población, a través de sesiones educativas y atenciones nutricionales a la comunidad universitaria y público en general. De igual forma, destacó la importancia que ha tenido este tipo de actividades en el proceso formativo de los y las estudiantes.
“Sin duda, cada sesión educativa aportó tanto a la comunidad, como a los propios estudiantes. La idea siempre es promover una mejor calidad de vida, para lo cual, la alimentación es fundamental”, concluyó la académica.