Norris, Leclerc y Sainz se disputarán este sábado la pole en el GP de Singapur, y probablemente también la victoria del domingo. La igualdad entre Lando y Charles fue absoluta en las dos sesiones del viernes, el monegasco lideró por la mañana con 76 milésimas de ventaja y el británico respondió por la tarde con 0.058 de renta. Carlos entra en la ecuación por el beneficio de la duda: fue tercero en la tabla de tiempos del viernes (0.629) con una vuelta sucia, plagada de tráfico y errores en día de bloqueos y sustos. Arrastró problemas de frenos. Con todo, el Ferrari tiene cierto colchón en una pista urbana (además estrenan un alerón delantero) y el piloto español está en uno de sus circuitos fetiche, donde logró la victoria en 2023, así que hay que contar con él hasta que la clasificación diga lo contrario. Aparentemente será un pulso entre Norris y Ferrari, porque Piastri se llevó varios enganchones con los muros de Marina Bay, la estrella de Bakú no brilla igual en Singapur.
En un día con más noticias fuera de la pista que dentro, sí sorprendió ver a los Racing Bulls tan sólidos en el top-6. Tsunoda fue cuarto, Ricciardo firmó el sexto tiempo. Se rumorea, se teme que pueda ser su última carrera en el Mundial. Helmut Marko tiene potestad para intervenir en la alineación de pilotos del equipo de nombre irreconocible, antiguo Alpha Tauri, antes conocido como Toro Rosso, y la presión para subir al coche a Lawson y probar alternativas, también para poder presionar a Checo (el japonés no es una opción en Red Bull) es acuciante. Es curioso que cuando el Mundial se aprieta el segundo equipo de la bebida energética esté por delante del primero. Verstappen hizo el 15º tiempo del día, otra vez detrás del mexicano (8º, 0.871). “No es que tenga problemas específicos, simplemente no tengo agarre”, explicó a sus ingenieros por la radio.
En el capítulo de variedades, los comisarios castigaron a Mad Max con “servicios a la comunidad”, que tendrán que describir más adelante, por decir en la rueda de prensa del jueves que “el coche estaba jodido (sic)” en Bakú. Le citaron después del primer entrenamiento para dar explicaciones durante casi 15 minutos, y después se conoció el castigo. Coincide con una apelación del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, para que los pilotos cuiden el lenguaje “y no hablen como raperos”. Con lo tranquilo que estaba Max.
Alonso fue 12º a un segundo de la cabeza. A tres décimas del cuarto puesto, dirán los optimistas. Traen un alerón delantero específico con pequeñas modificaciones para este tipo de circuitos, pero el techo del Aston Martin está en las últimas plazas con puntos, o quizás ni eso. Albon y Hulkenberg volvieron a asentar con cierta comodidad en los puntos a Williams y Haas, respectivamente, y es una tendencia desde hace semanas. Si además aquí se han colado los Racing Bulls, el Aston es octavo coche de facto solo por delante de Alpine y Sauber.
Fue un viernes de besos con el muro y neumáticos humeantes en las pasadas de frenada. También de mucho tráfico en los intentos de vuelta rápida, que se reeditará en la Q1. Y de accidentes como el de Russell a dos minutos de la bandera a cuadros, igual que en la carrera de 2023. Pero sobre todo, aunque no se aprecie en televisión, de calor y condiciones extremas para el trabajo, ya sea de mecánicos en el garaje o pilotos al volante. El GP de Singapur es posiblemente el fin de semana más duro del calendario para la F1. Quizás sea el momento oportuno para que alguien, por fin, consiga cambiar la tendencia de la lucha por el título.
