Una eyección de masa coronal (CME) proveniente del Sol generó una tormenta geomagnética que obligó al Centro de Predicción del Clima Espacial (SWPC) de la NOAA a extender una alerta. Las partículas cargadas emitidas por el Sol alcanzaron la atmósfera terrestre durante la noche del lunes, desencadenando este fenómeno espacial. Aunque las CME suelen tardar alrededor de tres días en llegar a nuestro planeta, en esta ocasión el impacto se produjo con mayor rapidez.
La intensidad de las tormentas solares se clasifica en una escala de cinco niveles, siendo el nivel 5 el más extremo. En este caso, el SWPC lanzó una alerta de nivel 1, lo que indica una tormenta geomagnética menor. Sin embargo, esta clasificación no resta importancia al evento, ya que las tormentas solares, incluso las de menor intensidad, pueden tener consecuencias en la Tierra.
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Una de las consecuencias más visibles de estas tormentas son las auroras boreales, que se producen cuando las partículas solares interactúan con el campo magnético terrestre. En esta ocasión, se espera que las auroras sean especialmente visibles en regiones como Canadá y Alaska.
La orientación del campo magnético de la CME fue un factor determinante en la intensidad de la tormenta. Según los expertos del SWPC, la orientación del campo magnético no fue la adecuada para generar una tormenta de mayor intensidad.
Un suceso que ocurre con frecuencia
Es importante destacar que las tormentas geomagnéticas menores son eventos relativamente comunes. De hecho, durante la semana pasada se registraron cerca de 40 CME, aunque la mayoría no tuvo un impacto significativo en la Tierra. Si bien las consecuencias de esta tormenta se limitarán principalmente a la aparición de auroras y posibles fluctuaciones en las redes eléctricas, es un recordatorio de la influencia que el Sol tiene en nuestro planeta.
Las tormentas solares pueden afectar a diversos sistemas tecnológicos, como las comunicaciones por radio y las redes eléctricas. Sin embargo, en este caso, se espera que los efectos sean mínimos. Vale destacar que la actividad solar se encuentra en un período de máximo, lo que significa que es más probable que se produzcan eventos como este. Los científicos estiman que el máximo solar se prolongará hasta 2025.