El jueves fue el sepelio de la familia masacrada el pasado 29 de diciembre. La comunidad reclamó justicia, mientras las autoridades investigan posibles extorsiones como móvil del crimen.

  • Sicarios vinculados a bandas criminales y redes carcelarias serían los responsables del crimen. Ángela Lora (cuarta de izquierda a derecha) había alertado por llamadas amenazantes. FOTO Archivo particular

    Sicarios vinculados a bandas criminales y redes carcelarias serían los responsables del crimen. Ángela Lora (cuarta de izquierda a derecha) había alertado por llamadas amenazantes. FOTO Archivo particular

El Colombiano

El rechinar intenso e ininterrumpido de las bocinas de centenares de motociclistas que se tomaron este jueves la carrera 20, en el corazón del municipio de Aguachica (Cesar), refleja con creces la zozobra y desconsuelo –con dejo de rabia e indignación– que persiste en la población tras la masacre de los cuatro miembros de la familia Lora Rincón el pasado 29 de diciembre.

La escena fue inédita y unió como pocas veces a los aguachiquenses bajo un solo clamor: justicia. Una multitud –portando vestimentas blancas y aferrados a globos del mismo color–, se congregó en la tarde de este jueves para el sepelio del pastor evangélico Marlon Yamith Lora, su esposa Yurlay Rincón, y sus hijos, Ángela y Santiago. El último adiós estuvo cargado de simbolismo y religiosidad, pero también de intranquilidad.

La masacre –la número 76 con la que cerró 2024, con un saldo de 262 víctimas– recordó que la violencia no distingue credo o sector social y se extiende incluso hasta líderes espirituales, esta vez, la siempre servicial y amorosa familia que –coinciden sus allegados– por años estuvo al frente de la Iglesia Principe de Paz, en el barrio Villa Paraguay.

“Mis hermanos, ¿por qué se ponen tristes? Es solo un hasta luego. Nos volveremos a ver”, cantaba un grupo de músicos durante la velación en la propia Iglesia, quienes trataban de dar una voz de aliento a las decenas de feligreses que se reunieron para despedir a los Lora Rincón.

Luego, de camino al Cementerio Central, una muchedumbre de personas –entre fieles, allegados y uno que otro curioso–, dio el último adiós a los cuerpos en medio de una suerte de calle de honor que obligó a poner un alto a las actividades cotidianas de la población.

Mientras los aguachiquenses siguen haciendo frente al duelo, las autoridades avanzan en la investigación que les permita dar con los responsables de los crímenes. Sumado a las cámaras de seguridad que permitieron seguirle la pista a los sicarios que se movilizaban en una motocicleta, los investigadores tienen la lupa puesta en los equipos y redes sociales de las víctimas, con miras a corroborar una de las hipótesis con mayor fuerza: un supuesto caso de extorsión.

Justamente, este diario conoció una publicación que 24 horas antes de la masacre compartió en la red social Facebook Yurlay Rincón, en la que –retomando la denuncia de otro usuario– advertía por un millonario caso de hurto registrado el pasado 24 de diciembre. “Aguachica sumida en la delincuencia y las autoridades no hacen nada”, alegaba.

Esta publicación hace parte de las pesquisas de las autoridades para establecer si los Lora venían siendo víctimas de intimidaciones y llamadas amenazantes en una región donde, además de cada vez más influyentes bandas comunes, hacen presencia el Clan del Golfo y el ELN, según el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).

De hecho, aunque en un primer momento la Policía del Cesar dijo desconocer reportes de amenazas contra la familia, el personero de la población, Nilson Hernández –quien además es primo de la familia– reveló que la hija del pastor Lora, Ángela Natalia Lora, le comentó de llamadas de las que venía siendo víctima en las últimas semanas, presuntamente desde la cárcel de Cómbita, en Boyacá.

La joven tenía un emprendimiento de camisetas con estampados de mensajes cristianos y por ello, dado que su marca estaba registrada ante la Cámara de Comercio, los delincuentes habrían obtenido su información personal.

El personero manifestó que, en un primer momento, intentó calmar a la joven advirtiéndole que el número desde el que le hacían las llamadas extorsivas hacía parte de un lote que delincuentes adquirieron desde un centro carcelario.

“Me manifestó que estaba recibiendo una llamada como amenazante, que tenía miedo”, dijo Hernández a la emisora Blu Radio, precisando que tiempo después la joven alertó por nuevas amenazas.

Imágenes de cámaras de seguridad evidencian que los sicarios se movilizaban en una moto de la que descendió el autor material, mientras que su cómplice lo esperó justo al frente del restaurante ‘Sorbetes y Jugos’, en el que ocurrió la masacre. El material fílmico muestra al asesino portando el arma y corriendo de forma aparatosa segundos después de la balacera hasta subirse en la moto.

Los videos de otras cámaras que analizan las autoridades muestran los instantes previos al crimen y allí se identifica con plenitud a uno de los perpetradores, que portaba buso rosado y gorra negra, quien se quitó un tapabocas mientras hablaba por teléfono. Su cómplice, un sujeto de contextura gruesa, también con gorra y buso verde, sí permaneció con el tapabocas.

Al parecer, uno de los responsables sería un ciudadano de origen extranjero que ahora estaría tratando de huir con destino a Venezuela, mientas sus secuaces permanecerían escondidos en poblaciones circundantes, como La Gloria, Gamarra y González.

Pesquisas frente a supuesto falso policía

Aunque la hipótesis alrededor de un supuesto caso de extorsión sigue tomando fuerza, no se descarta que los sicarios hayan atacado por error a la familia, al confundir a Yurlay Rincón, y su hija, como familiares de un capo que justo este domingo era velado en la población.

Por otro lado, se indaga la participación de un hombre que, en un local aledaño y portando lo que serían prendas privativas de la Policía, se percató del crimen y se limitó a observar lo ocurrido.

“No es un uniforme oficial de Policía, lo imita”, confirmó el secretario de Gobierno del Cesar, Eduardo Esquivel, precisando que el supuesto uniformado solo sería un distractor. Incluso, anunció que se investiga si el hombre haría parte de la banda responsable del crimen.

¿Buscando trabajo?

Crea y registra tu hoja de vida.

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Para seguir leyendo

El empleo que busca está a un clic

El empleo que busca está a un clic

El empleo que busca está a un clic

El empleo que busca está a un clic