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Agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos llegaron a una escuela del lado sur el viernes para investigar una amenaza y no eran agentes de inmigración, según un portavoz del Servicio Secreto.
Los funcionarios de las Escuelas Públicas de Chicago (CPS, por sus siglas en inglés) dijeron que los agentes sólo se habían identificado como parte del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, por sus siglas en inglés), lo que desató los temores de una posible redada de inmigración en la escuela.
El Servicio Secreto es parte del Departamento de Seguridad Nacional, al igual que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, o ICE, por sus siglas en inglés. El portavoz dijo que los agentes del Servicio Secreto dejaron sus tarjetas de presentación para los funcionarios de la escuela.
“No tenía nada que ver con Chicago o la comunidad, aparte de que estaban investigando a la persona que hizo la amenaza”, dijo el portavoz del Servicio Secreto, que no identificó a quién se dirigía la amenaza.
El portavoz dijo que la amenaza era para una persona que la agencia protege y estaba relacionada con la reciente prohibición de la red social TikTok. La agencia fue a la escuela después de buscar inicialmente al sospechoso en una casa cercana.
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Los funcionarios de CPS dijeron que no se les negó la entrada a los agentes a la escuela en la comunidad de Back of the Yards.
Natasha Ortega, directora de la escuela Hamline, dijo que a eso de las 11:15 a.m., los agentes llegaron al edificio de la escuela. Fueron recibidos por los guardias de seguridad y el empleado que la llamó.
Dijo que la escuela siguió los protocolos. Los funcionarios de CPS dijeron que sólo permiten la entrada de agentes de inmigración con una orden penal firmada.
Debido a que los agentes de Hamline no tenían una, se les dijo que no se les dejaría entrar, comentaron los funcionarios de CPS. No dijeron cuántos agentes estaban en la puerta o si estaban buscando a un niño o adulto en específico.
“Estoy muy agradecida con todo nuestro personal de Hamline por seguir todos nuestros protocolos y garantizar la seguridad de nuestros estudiantes”, destacó Ortega.
“No le abriremos nuestras puertas a ICE, y estamos para proteger a nuestros niños y asegurarnos de que tengan acceso a una educación excelente. Nos solidarizamos con nuestras familias y la comunidad de Back of the Yards”.
Trump ha prometido la deportación masiva de personas sin estatus legal y su administración indicó que Chicago sería un objetivo, lo que ha generado temores y ansiedad en las comunidades con un gran número de inmigrantes que ha puesto a la gente en situación de alerta máxima.
El vecindario de Back of the Yards tiene una comunidad latina considerable y alrededor del 92% de los estudiantes de la escuela Hamline son latinos, y el 69% está aprendiendo inglés.
Trump también revirtió una política de mucho tiempo que impedía a los agentes de inmigración ir a las escuelas para emprender acciones de cumplimiento de la ley.
Pero CPS impide que los agentes entren a las escuelas, excepto en las raras situaciones en las que presenten órdenes judiciales firmadas.
CPS está realizando sesiones de capacitación con directores, empleados y guardias de seguridad para que sepan exactamente qué hacer si los agentes de inmigración se presentan en las escuelas.
El distrito escolar también ha designado a tres abogados de guardia para revisar los documentos que los agentes de inmigración puedan presentar.
El viernes, dos grupos comunitarios que trabajan en Back of the Yards, Increase the Peace y el Proyecto Resurrección, también estuvieron en la escuela.
Han ido puerta por puerta en el vecindario para asegurarse que los padres sepan que cuentan con apoyo y conocen sus derechos.
Berto Aguayo, presidente de Increase the Peace, dijo que el mensaje principal que quiere que los padres sepan es que sus hijos no corren peligro en la escuela.
“Todos en la comunidad deben esperar seguir enviando a sus hijos a la escuela de manera segura”, aseguró. “Esta es una prueba de ello”.
Los líderes de CPS y los líderes del sindicato de maestros de Chicago, que estaban reunidos cuando ocurrió este incidente, se apresuraron a llegar a la escuela.
A la hora de la salida, mientras los niños subían a los autobuses escolares y se reunían con sus familiares, más de una docena de miembros de la comunidad de varios grupos se reunieron afuera y repartieron volantes con el lema “conoce tus derechos”.
Victoria, que pidió que sólo se usara su primer nombre, vive en Back of the Yards y estuvo entre los miembros de la comunidad que acudieron una vez que se corrió la voz de que los agentes podrían haber estado en la escuela. Dijo que era importante que la comunidad mostrara su apoyo.
“Somos muchos y estamos trabajando juntos y también dentro de nuestros propios espacios”, destacó.
Traducido por Gisela Orozco para La Voz Chicago