Los aceites para cocinar más conocidos y que forman parte de las dietas occidentales ultraprocesadas podrían estar provocando un aumento de los casos de cáncer de colon, según un nuevo estudio llevado a cabo por el Gobierno estadounidense.
El consumo de aceites de semillas poco saludables como el de girasol, el de uva, el de canola y el de maíz podrían desencadenar una inflamación crónica en el organismo.
Hasta ahora, las pruebas que vinculaban el consumo de aceites con el cáncer de colon no eran concluyentes.
Sin embargo, cuando analizaron los tumores de más de 80 personas de entre 30 y 85 años con cáncer de colon, precisaron que dichos aceites podrían ser un factor contribuyente.
Según el estudio, publicado en la revista Gut, en los tumores se observó una mayor cantidad de lípidos bioactivos, que son pequeñas moléculas oleosas producidas cuando el organismo metaboliza los aceites, en comparación con la cantidad de grasas más saludables.
Además de aumentar la inflamación, los lípidos bioactivos dificultan el proceso natural de restauración del organismo y contribuyen al crecimiento de tumores.
Según los investigadores, los aceites ricos en ácidos grasos omega-3, presentes en aguacates y aceitunas, son una alternativa más saludable.
El Dr. Timothy Yeatman, prestigioso médico y científico, afirmó que los resultados del estudio ponen de relieve la urgente necesidad de reevaluar algunos aspectos de la dieta occidental, como el consumo de azúcares añadidos, grasas saturadas, alimentos ultraprocesados, productos químicos y aceites que provocan inflamación.
“Es bien sabido que los pacientes con dietas poco saludables tienen más inflamación”, aseguró al respecto el doctor, que también es director asociado del centro de Investigación Traslacional e Innovación del Instituto Oncológico del hospital Tampa General Hospital.
Agregó: “Se ha observado inflamación en los tumores del colon, y el cáncer es como una herida crónica que no se cura: si tu cuerpo recibe solo alimentos ultraprocesados, su capacidad para curar esa herida disminuye debido a la inflamación y a la supresión del sistema inmunitario que, en última instancia, facilita el crecimiento del cáncer”.
De todas formas, las principales instituciones de salud estadounidenses han aclarado que no se ha demostrado que consumir cantidades moderadas de aceites como parte de una dieta equilibrada provoque cáncer.
