Este año he sido tratado por un cáncer de estómago diagnosticado de forma rápida a finales de 2023 y tratado mediante quimioterapia previa a la cirugía, con extirpación completa del tumor. Todo según los tiempos de garantía establecidos por el Servei Català de la Salut. Afortunadamente, los controles no muestran recidiva del tumor.
Tras 11 meses de baja laboral ya estoy incorporado a mi actividad. Mi esposa sufrió un ictus embólico cerebral en agosto. En 15 minutos, trabajadores sanitarios estaban en nuestro domicilio valorando el caso. Se activó el código ictus y 15 minutos más tarde era trasladada en ambulancia al hospital donde la estaban esperando para realizar una tomografía computarizada que confirmó el diagnóstico. Y 15 minutos después le estaban realizando un procedimiento vascular intervencionista para extraerle el trombo, con una recuperación ‘ad integrum’ de su función neurológica.
Pero un amigo nuestro no ha tenido tanta suerte: en marzo entró en lista de espera para practicarle una cirugía por una hiperplasia prostática benigna. Tras un año de lista de espera su expediente fue trasladado a otro centro hospitalario, donde teóricamente, debía ser tratado de forma inmediata. Allí entró en una nueva lista de espera. Finalmente, fue intervenido el pasado noviembre, después de 20 meses.
Sabemos que los recursos personales, materiales y de infraestructuras son insuficientes para cubrir todos los servicios sanitarios que precisamos en Catalunya. Solo pido que no nos limiten los tratamientos que precisamos. En cuanto a patologías neoplásicas y urgentes, creo que se está haciendo todo lo posible para cumplir los tiempos de garantía considerados óptimos. Pero en patologías benignas estos periodos no se están consiguiendo.
Queremos seguir manteniendo unos altos estándares de calidad sanitaria. Señores políticos, pónganse de acuerdo para que se incrementen las partidas económicas dedicadas a la salud, con el fin de que no solo se consiga una sanidad eficiente en casos de urgencias, tumores o trasplantes, ya que todavía hay aspectos de la atención sanitaria catalana en los que somos deficientes.
