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Un hombre de familia de Wisconsin. Un artista entusiasta de Hawai. Un graduado de la Ivy League de Maryland. A primera vista, Ryan Borgwardt, Hannah Kobayashi y Luigi Mangione llevan vidas distintas y provienen de orígenes dispares. Sin embargo, todos tomaron caminos inesperados, desapareciendo de sus trabajos, rutinas, amigos y familia.
Cientos de miles de adultos son reportados desaparecidos cada año en Estados Unidos, según datos de la Oficina Federal de Investigaciones. Algunos huyen intencionalmente, según el ex subdirector del FBI Andrew McCabe.
“Como adulto, puedes simplemente decidir dejar tu vida y comenzar en otro lugar, o ir a buscar algo, lo que sea”, dijo McCabe a CNN.
Hay muchas razones por las que una persona escaparía, como presiones en el trabajo, problemas financieros, problemas de salud, relaciones románticas y redes sociales, agrega McCabe. Estas variables pueden conducir a un aumento de la ansiedad y el estrés, según los expertos que aseguran que algunas personas que no tienen las herramientas emocionales para enfrentar estos problemas pueden encontrar que es más fácil optar por salir de su vida actual y comenzar una nueva.
A menudo, la policía designa a estas personas como personas desaparecidas voluntariamente, dijo McCabe. Este mes, Kobayashi fue declarada persona desaparecida voluntaria después de que la policía de Los Ángeles dijera que viajó a la frontera entre Estados Unidos y México y cruzó a México sola.
Desde entonces, la mujer de 30 años fue “encontrada a salvo”, anunció su familia esta semana, pero no ha regresado a Estados Unidos. Una declaración familiar no indicó dónde estaba Kobayashi ni cómo la familia determinó que estaba a salvo. CNN se comunicó con Kobayashi para obtener comentarios.
La familia de Kobayashi todavía se está recuperando de la muerte de su padre, quien se suicidó unos días antes del Día de Acción de Gracias después de viajar a Los Ángeles para buscarla.
Mientras los casos de estadounidenses desaparecidos continúan cautivando la atención del público, esta culminación de eventos no es necesariamente una coincidencia, según Lauren Cook, psicóloga clínica que se especializa en ansiedad y tiene su base en Los Ángeles “no es raro que los adultos con vidas plenas tengan pensamientos pasivos sobre alejarse de todo lo que conocen”, dijo Cook. Antes de irse de Hawai, Kobayashi había expresado su deseo de desconectarse de la tecnología moderna, según el Departamento de Policía de Los Ángeles.
Aunque son extremas, estas historias recientes hablan del “gran nivel de agobio que sienten las personas”, dijo a CNN Cook, que no está involucrada en ninguno de los casos. “No siempre conocen soluciones fáciles a sus problemas, y entonces se encuentran con ganas de huir y escapar de todo”.
Huir de casa es una amenaza común que hacen los niños pequeños cuando están enojados o se sienten incomprendidos, dicen los expertos. A medida que envejecemos, generalmente aprendemos a regular nuestras emociones. Pero no todos los adultos lo hacen y, sin esa habilidad, los cambios de vida y la ansiedad pueden volverse demasiado para que una persona los maneje.
“Cuando las personas no saben cómo autorregularse, desafortunadamente pueden tomar algunas decisiones realmente nefastas”, dijo Cook. A muchas personas, sin culpa propia, no se les enseña cómo autorregularse a medida que se convierten en adultos, agregó.
En 2023, el Centro Nacional de Información Criminal, una base de datos administrada por el FBI e integrada por datos criminales, incluidos casos de personas desaparecidas que involucran a menores y adultos, registró más de 563.000 informes de personas desaparecidas.
Según un informe del NCIC, en aproximadamente la mitad de esos casos se utilizaron criterios opcionales para ayudar a clasificar la desaparición de una persona como secuestro o voluntaria. De esos casos, aproximadamente el 95% fueron etiquetados como fugitivos, según muestran los datos.
Algunos fugitivos pueden estar respondiendo a demasiados estímulos, añade Cook.
“Cuando alguien está tan sobrecargado neurológicamente día tras día, con el tiempo no va a tener las mismas capacidades cognitivas para tomar decisiones que alguien que está bien descansado y se siente capaz de manejar lo que está sucediendo en su vida”, dijo Cook. Alguien con un cerebro sobrecargado puede comenzar a disociarse de sus vidas y, en última instancia, perder su capacidad de empatizar con los demás, dijo Cook.
Las personas desaparecidas voluntariamente y las que se encuentran en “situaciones de escapismo extremo” tienen más probabilidades de tomar decisiones imprudentes que no solo las dañan a ellas mismas, sino también a sus seres queridos, añadió Cook.
Las agencias locales de aplicación de la ley en todo el país son responsables de investigar los casos de personas desaparecidas, según McCabe. Cuando se trata de personas desaparecidas menores de 21 años, las autoridades están obligadas por ley a informar de todos los casos de personas desaparecidas al Centro Nacional de Información Criminal, incluso si se fueron por voluntad propia. Sin embargo, si un adulto se va voluntariamente, no hay mucho que la Policía local o el FBI puedan hacer, dijo McCabe.
“A menos que haya alguna razón para creer que puede haber habido un delito involucrado (las autoridades) no pueden darse el lujo de tomarse el tiempo y el esfuerzo para desentrañar básicamente todo el historial y los movimientos de esa persona”, dijo McCabe. Las investigaciones de personas desaparecidas a menudo implican análisis forenses, recopilación de datos de teléfonos móviles y solicitud de órdenes de registro, dijo.
“Eso es caro”, dijo McCabe. Las investigaciones de personas desaparecidas requieren una gran cantidad de personal, según McCabe, lo que quita un tiempo precioso a los recursos públicos como agentes de policía, analistas forenses y jueces. Si una persona desaparece porque quiere, esos recursos no se están utilizando de manera justa, dijo
Es una verdad difícil de aceptar tanto para los investigadores como para las familias de los adultos desaparecidos. “No hay nada criminal en” desaparecer voluntariamente a menos que cometas un delito en el proceso, señaló McCabe.
La semana pasada, Borgwardt fue acusado de un cargo de obstrucción a un oficial después de que los funcionarios de Wisconsin dijeran que el hombre de 45 años fingió un accidente en kayak y fingió su propia muerte antes de viajar a Europa del Este, dejando a su esposa y tres hijos.
Durante siete semanas, la Oficina del Sheriff del Condado de Green Lake buscó el cuerpo de Borgwardt, pero no lo encontró. Finalmente, los funcionarios descubrieron evidencia de que Borgwardt huyó a Europa vía Canadá.
Los investigadores de Wisconsin dicen que Borgwardt fingió su propia muerte por una “serie de razones”, y han guardado silencio sobre dónde estaba exactamente mientras las autoridades pasaban semanas buscándolo. Borgwardt no ha publicado una declaración sobre sus acciones y tampoco lo ha hecho su familia. Borgwardt, que no parece tener abogado, no respondió a la solicitud de comentarios de CNN.
En otro caso de alto perfil, Mangione, el hombre que enfrenta un cargo de asesinato en segundo grado por la muerte del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, fue reportado como desaparecido el mes pasado por su madre. Uno de sus abogados ha negado la participación de su cliente en el asesinato en Nueva York y anticipa que se declarará inocente allí del cargo de asesinato, entre otros cargos.
La madre de Mangione no había hablado con su hijo desde julio, le dijo a la policía en San Francisco, donde sabía que había estado viviendo. Su teléfono iba constantemente al buzón de voz, que también estaba lleno, le dijo a la policía. También parece que Mangione desapareció de las redes sociales este año. En julio, un usuario tuiteó a Mangione: “No he sabido nada de ti en meses”.
El joven de 26 años parecía estar impulsado por la ira contra la industria de los seguros de salud y vio el asesinato selectivo como un desafío directo a la “codicia corporativa”, según un informe de inteligencia del Departamento de Policía de Nueva York.
Por cada persona desaparecida voluntariamente que se encuentra, hay otra que nunca es localizada.
Se anima a las familias que sienten que nadie está buscando a su ser querido a que hagan un seguimiento constante con la agencia investigadora involucrada, dijo McCabe. “Es totalmente posible que las fuerzas del orden se topen con ellos en el ejercicio de sus funciones”, dijo.
En los últimos años, el porcentaje de adultos estadounidenses que informaron síntomas de ansiedad y depresión aumentó significativamente, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. Durante 2022, aproximadamente uno de cada cinco adultos de 18 años o más experimentó algún síntoma de ansiedad (18,2 %) o síntomas de depresión (21,4 %) durante un período de dos semanas.
La ansiedad y el estrés pueden tener importantes implicaciones para la salud y pueden motivar a las personas a hacer cosas que normalmente no harían, dijo Jeffrey Jensen Arnett, psicólogo del desarrollo e investigador principal en psicología en la Universidad de Clark.
“La depresión es diferente”, dijo Arnett. “La depresión generalmente viene con cierta lasitud. No tienes ganas de hacer nada. Pero la ansiedad y el estrés son lo opuesto, y te hacen querer hacer algo para aliviar esa condición”.
La ansiedad y el estrés se pueden controlar a través de la comunicación, la terapia o la medicación, señalan los expertos.
Los niveles actuales de ansiedad son particularmente elevados para las personas de entre 18 y 29 años, dijo Arnett, señalando los impactos de la pandemia de covid-19 en la salud mental. Cook está de acuerdo, señalando que la disparidad financiera entre los Millennials y los Baby Boomers juega un papel importante.
“Los adultos jóvenes de hoy no pueden permitirse una vivienda, apenas viven de sueldo a sueldo”, dijo Cook. “Se sienten tan abrumados por todas estas cosas diferentes que vieron que sus padres hacían aparentemente con más facilidad y eso se vuelve realmente desalentador con el tiempo”.
Junto con la mala atención médica, el aumento del costo de vida y la violencia armada desenfrenada en EE.UU., el clima político actual está impulsando a algunos estadounidenses a considerar abandonar el país, dijo Cook.
Cuando una persona está tan estresada que se siente como una tetera a punto de hervir, Cook y Arnett dicen que debe priorizar la comunicación. A veces eso se parece a llamar a un amigo.
“Si la angustia llega al punto en que sientes que está interfiriendo con tu funcionamiento diario y con tus relaciones, y que realmente estás a punto de hacer algo extremo, entonces es hora de buscar ayuda”, dijo Arnett. “Es hora de hablar con otras personas al respecto, especialmente con las personas más cercanas”.
Alejarse de la familia, los amigos y las redes sociales puede ser una señal de que algo anda mal.
Cualquiera que busque hacer un cambio de vida drástico debe tratar de incluir a sus seres queridos en esa decisión, dijo Cook, para que no se preocupen innecesariamente. “Nuestros cerebros humanos van a los peores lugares”, dijo. “Se vuelve problemático cuando las personas no comunican sus planes de alejarse”.
Cook también recomienda ver a un terapeuta para ayudar a aliviar la tensión. El trabajo de respiración, el ejercicio y llevar un diario son algunas de las muchas prácticas que una persona puede implementar para un alivio constante, según los CDC.
En última instancia, Arnett sostiene que el estrés y la ansiedad se pueden aprovechar y utilizar en beneficio de alguien si puede identificar los factores estresantes.
“La ansiedad es un motivador, por lo que es posible utilizarla de manera constructiva”, dijo Arnett. “¿Qué son esas cosas para usted? ¿Y cómo puede aliviar esa sensación de sentirse oprimido y amenazado por ellas?”
Cómo obtener ayuda para alguien que podría suicidarse
Llama al 1-800-273-8255 en EE.UU. para comunicarte con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio. Brinda asistencia gratuita y confidencial las 24 horas del día, los siete días de la semana, para personas en crisis suicidas o angustiadas. Puedes obtener más información sobre sus servicios aquí, incluida su guía sobre qué hacer si se identifican señales suicidas en las redes sociales. También puedes llamar al 1-800-273-8255 para hablar con alguien sobre cómo puedes ayudar a una persona en crisis. Llama al 1-866-488-7386 para TrevorLifeline, un servicio de asesoramiento para la prevención de suicidios para la comunidad LGBTQ. Para obtener asistencia fuera de EE.UU., la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio proporciona un directorio mundial de recursos y líneas directas internacionales. También puedes recurrir a Befrienders Worldwide. Mira aquí dónde buscar ayuda en países de América Latina y España.
