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En un mundo digital cada vez más interconectado, la seguridad de nuestras cuentas online es una preocupación constante. Recordar docenas de contraseñas complejas, o peor aún, reutilizar las mismas, se ha vuelto un riesgo que muchos asumimos a diario
La respuesta está en passkeys. Google, junto con gigantes tecnológicos como Apple y Microsoft, están impulsando esta tecnología que promete revolucionar la forma en que interactuamos con el internet. Detrás de este cambio se encuentra la FIDO Alliance, una organización que trabaja en el desarrollo de estándares abiertos para la autenticación.
¿Cómo funcionan las passkeys? En lugar de recordar una contraseña alfanumérica, las passkeys usan autenticación biométrica, como tu huella digital o reconocimiento facial, combinada con criptografía avanzada. Se genera una clave privada única en tu dispositivo, sincronizada de forma segura entre tus diferentes equipos a través de administradores de contraseñas como Google Password Manager o iCloud Keychain.
“Las passkeys reducen significativamente el riesgo de phishing y de robo de credenciales,” explica un experto en ciberseguridad. Este sistema elimina la dependencia de contraseñas que pueden ser robadas o interceptadas, ofreciendo una capa adicional de seguridad.
La implementación de passkeys en servicios como Gmail, YouTube y Google Maps es un paso importante hacia un futuro sin contraseñas. Imagina acceder a Gmail desde tu computadora con solo un escaneo de tu huella dactilar en tu teléfono; la comodidad y seguridad son innegables.
Este cambio no se limita solo a Google. Empresas como eBay, Uber y WhatsApp ya están adoptando esta tecnología, señalando una tendencia irreversible en la industria tecnológica. Pero ¿qué pasa con la verificación en dos pasos? Google también está mejorando este aspecto, reemplazando los códigos SMS, vulnerables al SIM swapping, por un sistema de códigos QR, más seguro y confiable.
Aunque Christian Brand, responsable de identidad y seguridad en Google, ha afirmado que la meta es la obsolescencia de las contraseñas, la transición será gradual. Por el momento, las contraseñas seguirán siendo una opción, pero la apuesta por las passkeys es clara: una mayor seguridad y una experiencia de usuario mucho más fluida.