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Solo Andrea Kimi Antonelli salvó el honor de los pilotos debutantes en el Gran Premio de Australia de F1 de 2025, lo que a su vez le sirvió para quitarse el mal sabor de boca de la sesión de clasificación de la que quedó apeado en la Q1. Del resto, solo Oliver Bearman vio la bandera a cuadros, en última posición, y con un desempeño bastante pobre.
Seis ‘debutantes’, cuatro suspensos y medio
¿Quiere decir esto que el nivel de los recién llegados es muy bajo? Más bien viene a reseñar que las actuales normativas que criminalizan la realización de pruebas fomentan la falta de preparación de unos pilotos que en categoría de formación muestran ser muy rápidos, pero que desembarcan en Fórmula 1 con un alto grado de desconocimiento en muchas áreas.
Y aunque precisamente no ha sido el caso de la presente temporada, en el pasado esta situación ha condicionado mucho la elección de pilotos, optando por veteranos simplemente porque nadie quiere tomar la responsabilidad de ser quién, bajo su propio riesgo, dé kilómetros a las nuevas generaciones.
También resulta llamativo como se ha visto a Pirelli empapar la pista para realizar test con los neumáticos intermedios en algunas pretemporadas, donde no había debutantes, quedando la pista desierta, y precisamente en años como este no se ha planteado nada similar, siendo un tipo de neumático, el intermedio, que solo existe en esta categoría.
Isack Hadjar
El piloto francés no estuvo en las quinielas de la F1 hasta una fase muy tardía de la temporada 2024, cuando se las apañó para disputar el título de F2 hasta la última carrera, y al mismo tiempo se generó una vacante en F1. Dicho de otra manera, no tuvo la poca preparación en forma de entrenamientos libres y test de neumáticos que se le da a un piloto que ya sabes que va a llegar a Fórmula 1, lo cual es incluso más sangrante teniendo en cuenta que él estaba en el programa del equipo que tiene cuatro monoplazas en la categoría reina.
Hadjar estaba realizando un fin de semana sobresaliente, dejándose ver a bordo de su Racing Bulls y con una notable velocidad. Pero cuando llegó el agua, toda la falta de preparación se dejó ver.
Isack sufrió un momento ‘tierra trágame’ al perder el control y accidentarse en la vuelta de calentamiento. No solo en la vuelta de formación, sino en la segunda curva. Golpe de gas con el volante girado y pérdida inmediata de control. ¿Falta de talento? No… simplemente algo que desconocía. Un modo de motor, cómo reaccionan unos neumáticos que solo existen en F1, la gestión del par a bajas revoluciones… Cualquier cosa, pero que acabó con el piloto en el muro antes de que se apagara el semáforo.
Jack Doohan
No es fácil imaginar la presión que habrá rondado la cabeza de Jack Doohan durante el fin de semana. Gran Premio de casa, con la alta carga de trabajo promocional y entrevistas que eso supone, prácticamente el debut oficial en la categoría, y con la prensa de medio mundo tratándote como si ya hubieras perdido el asiento incluso antes de empezar, con preguntas que traspasan la falta de respeto llegando incluso a cuestionar la ética profesional.
Y con los datos en la mano, los de toda una vida en fórmulas de promoción, es complicado tener un optimismo alto con Doohan. Sin embargo, el australiano tuvo un notable desempeño durante el fin de semana, marcando muy buenos registros en los entrenamientos libres, y llegando a finalizar la Q1 con mejor tiempo que Pierre Gasly, aunque pagando la inexperiencia en Q2, donde no logró ni igualar esos tiempos.
A pesar de llevar varios años como reserva de Alpine, siempre en el programa de jóvenes piloto del equipo francés, la problemática es similar a la de Hadjar; una total falta de experiencia en estas condiciones y con este tipo de neumáticos.
La diferencia con Hadjar es que se elimina el factor tierra trágame al no producirse en la vuelta de calentamiento sino en la primerea vuelta de bandera verde, tras la quinta curva. La cámara ‘onboard’ revela que Doohan no estaba siendo agresivo. Y que nisiquiera perdió el control al inicio de dar gas, sino más adelante. De nuevo, inexperiencia en estas condiciones.
Gabriel Bortoleto
Gabriel Bortoleto se unió al llamado ‘programa de desarrollo de pilotos’ de McLaren a finales de 2023. Una forma de meter el pie en un equipo sin un rol definido, pero que al menos te permite familiarizarte con la forma de trabajo de una estructura de F1, y en el peor de los casos, sumar unas cuantas horas de simulador, más cuando esto se produce en un equipo cuyo programa de jóvenes pilotos está en pañales tras ser eliminado hace unos años, y que está lejos de tener necesidades de pilotos.
Dicho de otra manera, su preparación tampoco fue excelsa, aunque tras ser confirmado por Sauber en la segunda mitad de 2024, sí le permitió al menos probar el monoplaza en los test post temporada, y tener un invierno con varias pruebas con un F1 de al menos dos años de antigüedad.
El brasileño salvó los entrenamientos libres sin sobresaltos reseñables, y en clasificación sorprendió, pues no solo se coló en Q2, sino que lo hizo superando a su compañero, el tercer piloto más veterano de la parrilla; Nico Hülkenberg -y dejando fuera de la misma a Andrea Kimi Antonelli por solo 9 milésimas-.
Bortoleto salvó la mayor parte de la carrera sin contratiempos, estrenándose eso sí en el apartado sanciones con 5’’ por un ‘unsafe release’, que suele ser más culpa del equipo que del piloto. De su actuación se puede salvar que; no se metió en líos, no estaba a un mundo del ritmo de Hülkenberg, y Lawson no era capaz de darle alcance.
Así fue hasta uno de los momentos más críticos de la carrera; la vuelta 47, cuando los pilotos habían cambiado a goma de seco, pero comenzó a llover de nuevo, traduciéndose en una nueva parada masiva y en momentos de gran tensión. Bortoleto afrontaba el tercer sector, cuando en la salida de la curva 12, la misma por la que surfearon Norris y Piastri instantes antes, sufrió un trompo.
No iba especialmente rápido, y solo se le puede culpar quizás de haber abusado un poco más de la cuenta del piano. Gabriel perdió la parte trasera y quizás incluso podía haber evitado el muro, pero en mitad del trompo, el palier trasero derecho colapsó, traduciéndose en una extraña rotura que le impidió continuar en carrera cuando ya tenía a tiro la banderea a cuadros.
Liam Lawson
Qué irónico puede llegar a ser el destino. Los test de pretemporada ya revelaron que Lawson, que llegaba a Red Bull con un bagaje de 11 Grandes Premios disputados en dos años, lo iba a pasar mal. Pero mal en términos de seguir el ritmo de Max Verstappen. Pero entonces, Australia. Un circuito donde los coches de la bebida energética no fueron bien en temporadas recientes, y unas condiciones climatológicas alocadas, unido a problemas en los entrenamientos libres. Resultado: catástrofe.
Con muchos ojos puestos sobre él por cometer el tremendo pecado de ser elegido por Red Bull para sustituir a Checo Pérez, el fin de semana de Liam Lawson ha sido tremendamente fiscalizado… y no ha salido bien parado. Entrenamientos libres 1 y 2 sin incidencias pero con tiempos lentos, unos libres 3 con un problema en el turbo que no le dejó rodar, y una sesión de clasificación en la que quedó apeado en Q1 siendo capaz de superar únicamente el tiempo de Esteban Ocon.
Red Bull decidió entonces romper el parque cerrado y salir a carrera con una configuración quizás más amable con las condiciones de agua en las que teóricamente iba a tener lugar la carrera. Y no fue bien.
Lawson se mostró sin ritmo. Y sin ritmo no significa más lento que Verstappen, significa que, de nuevo, solo era capaz de ser más rápido que los Haas, siendo desolador comprobar como pasado el ecuador de carrera, se encontraba a 4’’ del Sauber de Bortoletto y a casi 10’’ del de Nico Hülkenberg.
Rodando durante toda la carrera fuera de los puntos, Red Bull parecía tomar la decisión de arriesgar en la estrategia, dejándolo en pista con neumático medio mientras el resto se apresuraba a pasar por boxes, lo que le permitió meterse en el top10… durante menos de una vuelta, pues acabó en el muro.
Tener un accidente en lluvia es lícito, más cuando estás rodando con un neumático que no es el que toca, por lo que no es esto lo criticable en la actuación de Lawson, sino su total falta de ritmo durante todo el fin de semana que suscita preguntas: ¿Cómo es posible que con un teórico coche superior vayas peor que hace tres meses con un Racing Bulls? Pregunta que a buen seguro también se ha hecho el piloto, que también tiene esta cita de Albert Park como la de casa, a pesar de los 1000 kilómetros que separan Melbourne de la isla neozelandesa en la que se sitúa la ciudad de Hastings que le vio nacer.
¿Y qué significa esto? Pues presión añadida para la siguiente cita de China, que además, siendo formato ‘sprint’, da pie a entrar en una espiral negativa de la que no se puede salir.
Oliver Bearman
Bearman afrontaba este primer año como piloto titular tras disputar en 2024 tres Grandes Premios de F1, uno sustituyendo a Sainz en Ferrari, y dos más en Haas haciendo lo propio con Kevin Magnussen. En estas tres carreras, el británico se mostró muy solvente, irónicamente, no cometiendo todos y cada uno de los errores que sí hizo en Melbourne.
Olli sufrió un accidente pasado el ecuador de la primera sesión de entrenamientos libres, cuando solo acumulaba 12 vueltas, lo que le dejó como el piloto que menos rodó, y que también tuvo el peor tiempo. Consecuencia de este accidente, no pudo tomar parte en la segunda sesión de entrenamientos libres. Y para la tercera, el último momento que tenía para practicar antes de clasificación, cometió un grave error, como es frenar sobre la hierba en la que era su primera vuelta cronometrada, trompeando y quedándose empanzado en la grava.
Muchas dudas sobre cómo podría afrontar un piloto una sesión de clasificación tras completar apenas 14 vueltas durante las pruebas libres, pero no importó mucho porque tras salir a pista, se detectó un fallo en la caja de cambios que le dejó sin tiempo en una clasificación en la que igualmente los Haas eran favoritos a quedarse fuera en la Q1.
Y entonces, el caos de la carrera con lluvia. Sin embargo, Bearman lo tomó como una oportunidad, pues en estas condiciones no había probado nadie en la presente temporada, invalidando en cierta manera la desventaja de falta de vueltas en los entrenamientos.
Y a diferencia de muchos de sus rivales, Bearman se mantuvo sobre la pista las 57 vueltas que duró la carrera, y quitando un lamentable ‘show’ ofrecido a pachas entre la FIA y su equipo, con la recuperación de vuelta perdida y el momento de realizar su parada, que le dejó sin oportunidad de competir con el resto, aunque era el más lento en ritmo igualmente, Oliver al menos pudo ver meta, decimocuarto, a siete segundos de su compañero, salvando, si se puede decir así, un fin de semana que no empezó bien.
Andrea Kimi Antonelli
A diferencia de la mayoría de novatos anteriormente mencionados, Antonelli si ha tenido un programa de formación y preparación a la altura, que a pesar de su corta edad, se especula de un total de 15.000 kilómetros, entre los que seguramente haya tenido cabida el probar goma intermedia.
El italiano no tuvo errores durante los entrenamientos libres, generalmente a una distancia prudencial de George Russell, algo que entraba dentro del guión por la falta de experiencia. Sí falló no obstante en clasificación, quedando apeado en la Q1 mientras que su compañero se metió en cuarta posición. Un día en el que mínimamente, tenía que haber entrado en Q3.
Al comenzar la carrera, al benjamín de la categoría se le quitaron todos los complejos, y quizás por un punto de inconsciencia ligada a la falta de experiencia, por momentos era el único que atacaba a sus rivales, buscando ganar posición, si bien este le llevó a cometer un error en forma de trompo.
El destino quiso que este trompo quedase sin ninguna consecuencia donde el resto fue a parar el muro. Hoy no era el día. Tras el accidente de Fernando Alonso y el cambio de neumáticos, Antonelli ya había entrado en zona de puntos, décimo, pero fue con la última parada donde dio la campanada, con un gran trabajo del muro del equipo Mercedes, y la ausencia de errores de pilotaje. Andrea Kimi entró en el mismo giro que lo hizo Norris, y para cuando la caravana se estabilizó, él ya era quinto.
En la recta final, con un gran resultado en la mano, el de Mercedes no se conformó, y con condiciones delicadas, atacó con insistencia a Alex Albon hasta arrebatarle la cuarta plaza con la que vería la bandera a cuadros.
De eliminado en Q1, a ser cuarto justo por detrás de George Russell. Gran día para el debutante. El único que no solo salvó los muebles, sino que sale reforzado de este Gran Premio de Australia.
Resultados de los novatos
Experto en Fórmula 1 y Motorsport, especializado en el mundo de las carreras y la competición a motor, la cual lleva cubriendo más de una década en diferentes medios del sector. Obsesionado de las categorías de formación y desconfiado por naturaleza de todo lo que le cuentan.
