Valora Analitik
2 min de lectura
En este artículo:
La aerolínea de bajo costo estadounidense, Spirit Airlines, anunció este jueves 13 de enero que salió del Capítulo 11 tras finalizar la reestructuración de su deuda. La firma cumplió su objetivo de finalizar el proceso en la Ley de Bancarrotas en el primer trimestre de este año.
El plan de reorganización, que recibió luz verde judicial el mes pasado, busca devolver la rentabilidad a la aerolínea y aumentar sus recursos para hacerle frente a sus competidores.
“Estamos emergiendo como una aerolínea más fuerte y más enfocada”, dijo en un comunicado el director ejecutivo Ted Christie, quien continuará al frente de Spirit después de la quiebra.
Según lo que se conoció, el acuerdo de reestructuración permite a Spirit convertir US$795 millones de su deuda en capital, a lo que se suma que la compañía recibió también una inversión de capital de US$350 millones de inversores existentes para impulsar sus operaciones futuras.
El anuncio del miércoles también mencionó los planes para volver a cotizar en bolsa, aunque no de inmediato. Las acciones de Spirit emitidas anteriormente por Spirit Airlines Inc. fueron canceladas tras su salida de la quiebra, pero la empresa espera volver a cotizar las acciones, recién emitidas bajo nuevos propietarios, “tan pronto como sea razonablemente posible”.
Spirit se declaró en bancarrota en noviembre de 2024, tras años de dificultades y una deuda creciente al no recuperarse de la pandemia de Covid-19.
Recomendado: Spirit Airlines rechazó propuesta de compra de Frontier y continuará con su plan en Capítulo 11 en EE. UU.
La aerolínea originaria del estado de La Florida se vio especialmente afectada por el aumento de los gastos operativos y la mayor competencia. Al momento de declararse en bancarrota, la empresa había perdido más de US$2.500 millones desde principios de 2020.
Aunque aún no es claro si Spirit continuará como aerolínea independiente, es importante resaltar que en estos meses hubo varios intentos de adquisición de sus rivales como JetBlue y Frontier que resultaron fallidos durante el proceso de quiebra. El fracaso más reciente lo sintió Frontier cuando Spirit rechazó una tercera oferta el mes pasado.
