Según la medicina tradicional india, los alimentos sátvicos promueven la calma, la felicidad y la claridad mental. FOTO: Pexels.
Alimentación
Basada en los principios de la filosofía Samkhya y la medicina ayurvédica, esta dieta vegetariana aporta numerosos beneficios a la salud, pero no está exenta de causar un déficit nutricional.
Por Marcos López
07 DE MARZO DE 2025 / 07:30
Eres un apasionado del yoga. Una disciplina milenaria basada en una combinación de ejercicio y meditación que te procura un equilibrio entre tu cuerpo, tu mente y tus emociones. Que destierra tu ansiedad y estrés. Y más aún cuando la combinas con una alimentación que además de energía te aporta calma y serenidad. Como ocurre con la cada vez más popular dieta sátvica.
Rocío del Pozo, dietista-nutricionista en el Consultorio Médico Los Ángeles de Madrid, explica que «se trata de una dieta estrictamente vegetariana en la que se priorizan los alimentos frescos y con un elevado contenido en nutrientes, caso de las verduras, las frutas, los cereales integrales y los frutos secos. Por lo que se asocia a numerosos beneficios para la salud. Sin embargo, es sumamente restrictiva y prohíbe el consumo de muchos alimentos saludables».
Gunas buenas, malas y muy malas
De acuerdo con la filosofía Samkhya de India, todos los elementos del universo, incluidos los alimentos, poseen en mayor o menor medida tres gunas o cualidades naturales esenciales: sattva, que representa el equilibrio y la pureza; rajas, caracterizada por la energía y la pasión; y tamas, que engloba tanto la ignorancia como la apatía.
Por tanto, según los principios de la medicina tradicional india –o ayurvédica– y como describe la Universidad de las Naciones Unidas en Tokio, la ingesta de alimentos sátvicos, los más puros y equilibrados, promueve una sensación de calma, felicidad y claridad mental. Por el contrario, los rajásicos, entre los que se encuentran los alimentos picantes y los estimulantes como el café, agitan la mente, despertando emociones tan encendidas como los celos o la agresividad. Tal es así que la medicina ayurvédica recomienda su consumo, aún (muy) moderado, sólo en aquellas personas que ocupan puestos de liderazgo para, así, facilitar el cumplimiento de su labor.
Pero aún queda un último tipo de alimentos. Los tamásicos. Es el caso de las especias, las carnes, el alcohol y los procesados. Que nunca deben tomarse. Pues según las creencias hinduistas, provocan que el consumidor se vuelva débil y perezoso, siendo mucho más proclive a enfermar.
Te ayuda a bajar peso
No importa tanto lo que defiendan estas creencias. La dieta sátvica sólo permite la ingesta de alimentos de origen vegetal, bajos en grasas y muy ricos en fibra, tanto crudos como ligeramente cocinados, como es el caso de la cocción al vapor. Además, prohíbe tajantemente el consumo de fritos y alimentos procesados. De ahí que, como indica Rocío del Pozo, «se asocie, como otras dietas vegetarianas, con efectos positivos para el organismo. Empezando por el mantenimiento de un peso saludable».
Cuida de tu corazón (y de todo tu cuerpo)
Pero aún hay mucho más. Las dietas como la sátvica, exclusivamente basadas en productos de la tierra, «promueven la salud general al aportar la proteína, grasas saludables, vitaminas y minerales esenciales que requiere el cuerpo para funcionar de forma adecuada», destaca la experta. También, como han observado los propios investigadores californianos, previenen el desarrollo de multitud de enfermedades crónicas, entre otras las cardiovasculares.
Mejor optar por una dieta más flexible
Pero hay un problema. Al consentir únicamente los vegetales, la dieta sátvica elimina de la ecuación multitud de alimentos saludables. Y aunque se pueda levantar la mano con el consumo de lácteos como la leche o el yogur, no todos los productos de la tierra están permitidos. Ya sea por su naturaleza rajásica –como el ajo– o tamásica – como la cebolla–. El resultado es que, alerta Rocío del Pozo, «el seguimiento de una dieta sátvica puede dar lugar a la aparición de un déficit nutricional o una falta de zinc o de vitamina B12».
En definitiva, hay otras dietas alternativas en las que se priorizan los alimentos vegetales y que, al ser mucho menos restrictivas, resultan mucho más recomendables. Como ocurre sobre todo «con la dieta Mediterránea, la más estudiada y que igualmente promueve numerosos beneficios para la salud como una bajada de peso o la mejora de la salud cardiovascular», concluye la especialista en Nutrición y Dietética.
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